Unión Europea – Declaración de Jean-Noël Barrot, ministro para Europa y de Asuntos Exteriores, a su llegada al Consejo de Asuntos Exteriores (Luxemburgo, 14 de octubre de 2024)

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«Nos reunimos hoy aquí, en el Consejo de Asuntos Exteriores, en Luxemburgo, donde tendremos nuevamente la oportunidad de reafirmar nuestro apoyo a Ucrania y a los ucranianos, que resisten en primera línea del frente en condiciones extremadamente difíciles y se preparan para afrontar el invierno con una capacidad de generación de electricidad que ha sido en gran parte destruida por los ataques rusos. En este contexto, este apoyo se materializará con medidas en materia de financiación, de formación y de sanciones.

Primero, en términos de financiación, porque hemos avanzado en lo que se refiere al préstamo que queremos conceder a Ucrania, que estará basado en los ingresos extraordinarios procedentes de activos rusos inmovilizados; un préstamo en el que voy a insistir, para que esos fondos en manos de los ucranianos les permitan reforzar sus capacidades en el terreno militar, y refuercen al mismo tiempo la base industrial y tecnológica de defensa europea.

En materia de formación, debemos renovar el mandato de la EUMAM, nuestra misión de formación que ha permitido formar ya a más de 60 000 soldados ucranianos, incluso en Francia. De hecho, la semana pasada, el presidente de la República estuvo en contacto, junto al ministro de las Fuerzas Armadas, con los 2 300 ucranianos que forman la brigada ucraniana que se entrena actualmente en Francia, y que tiene previsto unirse al frente en breve.

Respecto a las sanciones, celebro que el régimen de sanciones contra los actores implicados en la desestabilización rusa haya visto por fin la luz. Este sistema permitirá identificar y sancionar a los individuos o entidades culpables de bombardeos en Europa, en Francia, pero también en África, y de desinformación, de maniobras cibernéticas, etc.

También trataremos las cuestiones relacionadas con la dramática situación de Oriente Próximo, empezando por el Líbano, y tendré la oportunidad de invitar a mis homólogos a participar en la conferencia internacional de apoyo al Líbano, que se celebrará en Francia el próximo 24 de octubre. Denunciaremos de forma conjunta los daños constatados al contingente europeo de la FINUL en el Líbano, a los Cascos Azules que han sido objeto de disparos y entre los cuales hay algunos heridos. Y, nuevamente, adoptaremos medidas de sanción contra entidades o individuos en Irán culpables de transferir misiles y capacidades ofensivas con destino a Rusia. Y, en términos más generales, será una ocasión para que los europeos hagamos un llamamiento en favor de un alto el fuego en el Líbano y en Gaza. El uso de la fuerza debe dar paso a partir de ahora a una vuelta al diálogo, a la negociación y a la diplomacia.

Por último, tendremos ocasión de hablar de otras citas y otras crisis, como las de Moldavia, Georgia y Venezuela, frente a las cuales los europeos están plenamente movilizados. Y Francia lo está, porque Francia no niega ninguna de las crisis por las que atraviesa el mundo.

P - ¿Qué puede hacer concretamente la Unión Europea para lograr una desescalada en Oriente Próximo?

R - Como ya he dicho refiriéndome a las sanciones en particular, la Unión Europea ha encabezado la iniciativa, con el establecimiento de sanciones, ya sea contra dirigentes de Hamás, contra colonos extremistas y violentos, e incluso contra Irán, cuando ha exportado o transferido capacidades ofensivas y, en particular, capacidad balística a Rusia.

P - Ha habido debates en Francia sobre la conveniencia o no de enviar armas a Israel. ¿Cuál es su mensaje sobre esta cuestión? ¿Está satisfecho con la respuesta dada hasta ahora?

R - Lo que siempre hemos dicho y seguimos diciendo es que Francia está con Israel, que Francia mantiene su inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel. Por esta razón, cuando Israel es el blanco de un ataque con misiles balísticos iraníes, Francia moviliza su capacidad militar para ayudar a Israel a bloquear esos ataques. Así ocurrió en abril, y así ha ocurrido de nuevo hace unos días, en octubre. Cuando la seguridad de Israel se ve amenazada por el programa nuclear iraní, Francia vuelve a encabezar los esfuerzos internacionales para poner en jaque dicho programa.

Y cuando, el pasado 7 de octubre, Israel sufrió en su territorio la peor masacre antisemita de la historia desde el Holocausto, perpetrada por Hamás, Francia encabezó la iniciativa de sancionar a los dirigentes de Hamás. Dicho esto, hoy por hoy creemos que la seguridad de Israel no puede garantizarse solo mediante el uso de la fuerza. El uso de la fuerza debe dar paso al diálogo y a la negociación. Por eso hoy, al igual que la mayoría de países del mundo, pedimos un alto el fuego tanto en Gaza como en el Líbano. Y cuando pedimos un alto el fuego, pues no podemos suministrar armas ofensivas a las partes beligerantes al mismo tiempo. Es una cuestión de coherencia.

P - En cuanto a Ucrania, ¿cree que nos estamos acercando al final de la crisis respecto al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz con la nueva propuesta del Servicio Europeo de Acción Exterior?

R - Creo que se están allanando las dificultades. El elemento más importante que hoy debemos resaltar es que, como europeos, vamos a acordar conceder un préstamo de varias decenas de miles de millones de euros, basado en la movilización de ingresos extraordinarios procedentes de activos rusos inmovilizados. Se trata de un paso adelante muy importante que va a permitir a los ucranianos afianzar su posición en el equilibrio de fuerzas que los enfrenta a Rusia.

P - Se considera que Francia es el único país de la UE que puede influir realmente en la situación del Líbano. Algunas críticas hablan de que Francia no está haciendo lo suficiente, por ejemplo, para utilizar su influencia potencial sobre Hezbolá, dadas las relaciones que ustedes han mantenido con Hezbolá. ¿Cree que están haciendo lo suficiente, que no pueden hacer más?

R - Francia ha propuesto la fórmula de un alto el fuego, seguido de la aplicación de la Resolución 1701, que garantiza la soberanía y la integridad territorial del Líbano y la seguridad de Israel. Partiendo de esta base —que ha sido respaldada por la Unión Europea y varios Estados miembros—, debemos lograr lo antes posible un cese de las hostilidades, y vamos a seguir trabajando en ello. Es cierto que Francia mantiene desde hace mucho tiempo una relación con el Líbano que es una relación singular, y por ello es nuestra responsabilidad contribuir a resolver el problema de la seguridad. A nivel político, estamos movilizados: el presidente de la República y su enviado especial, mi predecesor, Jean-Yves Le Drian, trabajan para que los responsables políticos libaneses procedan lo antes posible a elegir a un presidente que sea el garante de la unidad libanesa, una unidad que actualmente se ve amenazada por las operaciones militares que han provocado desplazamientos masivos de población y que podrían crear tensiones interconfesionales.

Y no me olvido del aspecto humanitario. Hace diez días viajé al Líbano en un avión militar que transportaba dos unidades sanitarias móviles y una decena de toneladas de medicamentos. Pero es evidente que hay que ir más lejos. Celebro los esfuerzos realizados por diversos países desde ese primer viaje. Ese es justamente el propósito de la conferencia internacional que Francia se propone organizar el 24 de octubre en París y a la que invito a asistir al mayor número posible de Estados miembros de la Unión Europea.»

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