El Hotel del Ministro de Asuntos Exteriores

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A la altura del número 37 del quai d’Orsay se alza la fachada del Hotel del ministro de Asuntos Exteriores. Iniciado en 1844 y terminado hacia 1855, el edificio forma un conjunto homogéneo y representativo del arte decorativo del Segundo Imperio.

Desde mediados del siglo XIX, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha ocupado siempre el mismo edificio y a esta estabilidad de casi un siglo y medio se debe la expresión «Quai d’Orsay» para designar al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Façade sud de l'Hôtel du ministre

Fachada

Como el edificio tenía que estar frente al río, el arquitecto consideró preferible, siguiendo las reglas admitidas, no situar la entrada del palacio en la parte central de la fachada para que las grandes salas de recepción contaran con una vista agradable del Sena. Las entradas se sitúan por lo tanto en los laterales: una a la derecha formando la entrada principal, la otra a la izquierda pudiendo servir de salida pero sobre todo destinada a establecer la simetría de la fachada.

Esta ofrece dos órdenes superpuestos. El arquitecto eligió situar el orden dórico en el bajo y adoptó el orden jónico para el primer y segundo pisos.

A Hubert Lavigne le debemos los bajorrelieves en madera sobre los tímpanos de las puertas de entrada de la fachada. Representan la divinidad de la paz y la divinidad de la guerra sosteniendo la corona imperial.

En cuanto a las estatuas de los nichos, son de Triqueti y representan los cuatro continentes. Encargadas desde la construcción del palacio, no se instalaron hasta 1870.

Las ventanas del primer piso están coronadas de medallones en mármol donde debían estar representadas las armas de las diversas potencias. Una balaustrada de estilo italiano corona la construcción.

Vestíbulo oeste y escalera de honor

El vestíbulo oeste es la entrada principal del palacio.

Desde su llegada, el visitante es recibido, a su izquierda, por un retrato de pie de Richelieu de Philippe de Champaigne, adquirido en 1968 por el Ministro Michel Debré.

Para llegar al primer piso, el visitante toma preferentemente la escalera de honor.

vestibule

Una vez pasadas las dos columnas del vestíbulo, el visitante observa al inicio de la barandilla a dos niños sosteniendo un candelabro de bronce ennegrecido. Se deben a Victor Paillard así como los pomos de la escalera.

En el rellano intermedio se encuentra un tapiz de la Historia de Escipión, la Conferencia, según Jules Romain. Fue creado en la Manufacture des Gobelins, sobre una tela tejida en Bruselas en el siglo XVI que perteneció antaño al Mobiliario de la Corona.

Mirando un poco más arriba, se percibe, enganchadas al dovelaje, ocho cariátides en escayola realizadas a partir de 1852 por Dominique Molknecht. El resto de la decoración esculpida fue realizada por los hermanos Huber.

Antecámara de ujieres

Antes de penetrar en los salones, se atraviesa a la izquierda la antecámara de los conserjes, cuya chimenea está adornada con un espejo. Encima del marco, dos niños levantan un paño. Están sentados sobre una base cimbrada en el centro, adornada con un florón y dos follajes.

Frente a la chimenea, destaca otro espejo cuyo marco, esculpido por Liénard, está coronado con un trofeo formado por los atributos de la Astronomía, la Arquitectura, la Pintura, la Agricultura y el Comercio, entralazados con ramas de olivo y laurel. Este trofeo descansa sobre una base adornada por una consola formando llave, dos caídas de frutas, y terminado con dos curvas adornadas con flores.

En su origen, Liénard previó para el espejo de encima de la chimenea la decoración que en nuestros días se encuentra en el espejo situado enfrente. La pintura de los dos espejos era en oro y blanco. Durante la restauración, hacia 1950, se consideró preferible, sin duda por falta de crédito suficiente, que se pintara todo en blanco.

Sobre la chimenea, un péndulo de 1840 representa Las Cuatro Edades de la vida. Está rodeado de dos candelabros cuya decoración simboliza los Cuatro Elementos.

tapisserie huissiers

Al fondo de la sala se encuentra un tapiz de la serie de Artemisa, titulado El Carro arrastrado por leones, realizado a finales del siglo XVI y principios del XVII en los talleres del suburbio de Saint-Marcel, bajo la dirección de François de La Planche. Tiene su origen en un manuscrito decorado por Nicolas Houël en 1562, que cuenta la historia de Catalina de Médicis bajo la alegoría de la reina Artemisa. Los cartones son de Lerambert, según Antoine Caron. Bajo Luis XIV, este tapiz se mencionó en el inventario de los muebles de la corona.

Salón del Congreso

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Este salón comunica la Secretaría particular del Primer Ministro, por una parte, y con el salón de los Embajadores, por otra. Llamado en un primer momento salón des Attachés (de los Ayudantes), después recibió el nombre de salón del Congreso, en recuerdo del Congreso de París de 1856, que puso fin a la guerra de Crimea. Ese mismo año, se sitúa allí un cuadro de Dubufé que representa una sesión del Congreso; éste se reunió en realidad en el salón de Embajadores.
La decoración de escultura de este salón se debe a Liénard y a los hermanos Hubert. El friso que corre a lo largo de la sala está compuesto por hojas y guirnaldas de frutas.

El techo fue pintado por Nolau y Rubé. En las cuatro esquinas, en medio del dovelaje, se encuentra una tarjeta rodeada de follaje en grisalla, ramas de laurel, lazos, guirnaldas de flores en colores y cestas de frutas; dos personajes están sentados a uno y otro lado del esviaje de la tarjeta, donde se destaca un perfil de mujer en camafeo. El propio techo representaba el cielo. En la actualidad está simplemente pintado en blanco.

La parte superior de las puertas están adornadas con cuatro tarjetas pintadas por Vauchelet, donde están simbolizadas las Cuatro Estaciones por mujeres y niños en un paisaje apropiado.

Liénard creó para esta sala modelos de muebles: sillones, muebles de entreventanas cerrados por dos puertas cimbradas adornadas con caídas de frutas y flores y destinados a recibir bustos. También realizó el modelo de consola que tenía que hacer juego con la chimenea.

Todos estos muebles fueron realizados por el ebanista Jeanselme. Algunos, como los muebles de entreventana, están aún en su lugar, pero la consola y los sillones se instalaron en otros lugares.

La gran lámpara de araña de estilo renacimiento, con niños y arabescos, se debe a Victor Paillar. Este entregó al mismo tiempo un péndulo en bronce y oro que descansa sobre una base de mármol verde que representa la Arquitectura y la Pintura, candelabros en los que figuran Las Tres Gracias, otro par de candelabros adornados con niños y ramos de flores, y un par de antorchas compuestas de quimeras, cabezas, flores y guirnaldas. Todos estos objetos decoran aún el salón del Congreso.

Las tres tapicerías enmarcadas que adornan las paredes forman parte de la serie de la Historia de María de Médicis, según Rubens, realizadas por la Manufacture des Gobelins entre 1828 y 1838 a petición del vizconde de La Rochefoucauld, director de Bellas Artes.

Representan El nacimiento de María de Médicis en Florencia, La reconciliación de María de Médicis con su hijo y La conclusión de la paz.

Salón de los Embajadores

Su nombre indica su destino corriente: es aquí donde se lleva a los ministros extranjeros que deben ser recibidos, a la espera de entrar en el despacho del ministro.

El techo fue pintado por Nolau y Rubé con un cielo de vapor nebuleso hoy desaparecido. El dovelaje está adornado con guirnaldas y niños que sostienen ocho tarjetas en las que figuran ramos de flores.

Las cuatro de encima de la puerta, realizadas por Vauchelet, representan Las Ciencias y Las Artes. Las tarjetas que rodean estas pinturas fueron realizadas, como los del salón del Congreso, por los hermanos Huber. Son idénticas a las que había esculpido anteriormente Liénard para el salón del Reloj. Se observa en lo alto una cabeza de mujer coronada con una concha; a cada lado, dos volutas componen un perfil de hombre y de mujer. Guirnaldas de flores se unen bajo el óvalo de la tarjeta.

Sobre la chimenea se encuentra un péndulo de Victor Paillard que representa la Poesía y la Música, con candelabros variados. La lámpara de araña, también de Paillard, es de estilo renacimiento.

El Congreso de París de 1856 fue la primera conferencia internacional que se celebró en los nuevos locales y en concreto en el salón de los Embajadores.

Salón del Reloj

El salón del Emperador, el salón de las Fiestas o el salón de los Conciertos, después el salón de la Paz hasta la primera guerra mundial, este lugar toma al final el nombre de salón del Reloj.

La chimenea y los dovelajes del techo constituyen los elementos predominantes de la decoración. La campana de la chimenea fue realizada por Hubert Lavigne y Liénard: dos niños sentados portan los atributos imperiales, el globo y el cetro. En el frontón, otros dos niños sostienen el blasón decorado con hojas de roble donde antaño figuraban las armas imperiales. En el nicho central se levanta una estatua de Francia realizada por Pollet. Reemplazó en 1860 la estatua de origen realizada en escayola por Lavigne y que representaba al Emperador. Los bronces de la chimenea fueron realizados, según los modelos de escayola de Liénard, por Victor Paillard, que también realizó el famoso reloj que da nombre al salón.

El dovelaje del techo está ricamente decorado. Fue pintado por Nolau y Rubé con arabescos realzados en oro sobre fondo cuadriculado. Once tarjetas representan figuras de niños que simbolizan Las Estaciones y las Artes, como La Pintura, encima de la puerta principal que da acceso al salón de los Embajadores y Bacus, El Otoño mirando hacia el muelle. El techo debía representar un cielo azul con vapor nebuloso desaparecido desde entonces.

Los doce niños esculpidos que, a lo largo del dovelaje, sostienen bien las tarjetas de ángeles bien guirnaldas, son obra de los hermanos Huber, a quienes también se debe la escultura de las puertas. Estas, así como los paneles de tres esviajes que dan a la galería de la Paz, fueron pintados por Nolau y Rubé.

Encima de las puertas, las tarjetas esculpidas por Liénard y pintadas por Gosse, representan Los Cuatro Continentes.

Las cuatro lámparas de araña de quimeras y los grupos de niños son de Victor Paillard, las consolas bajo los espejos de Jeanselme y Liénard.

El salón del Reloj ha sido testigo de numerosos acontecimientos.Las dimensiones de la sala permiten, además de las fiestas, recibir a las delegaciones llegadas para asistir a conferencias internacionales. Como, por ejemplo, la conferencia internacional de Pesos y Medidas, la Conferencia de Paz de 1919, la firma del pacto Briand-Kellogg, el tratado de paz con Italia, etc.

El salón del Reloj fue también el marco de las sesiones que precedieron el nacimiento de las instituciones europeas. Así, el 9 de mayo de 1950, Robert Schuman pronunció allí el discurso que lanzó el proyecto de Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA).

Vestíbulo este

Situado junto al salón del Reloj y dando al comedor, hace juego con el vestíbulo oeste.

Una gran chimenea fue decorada por Liénard. El águila y la N que figuran en ella han desaparecido hoy y han sido reemplazadas por un entrelazado de hojas de roble.

Gran comedor

El gran comedor les perpendicular al resto de las estancias y da al jardín a través de un salidizo con nueve aperturas. Se abre tanto hacia la galería de la Paz como hacia el salón del Reloj.

El gran dovedaje del techo fue pintado por Séchan con un conjunto de arabescos en oro y en camafeo en azul resalzado en oro, entremezclados con máscaras, guirnaldas y flores y medallones.

Combettes realizó la escultura ornamental del techo, en medio de la cual niños alados sostienen una corona. Las tarjetas de los cuatro ángulos del techo han conservado la cifra imperial. El artista adornó la cornisa de modillones, rosetones, pilastras y pequeños frontones. Esculpió encima de cada puerta dos niños que sostienen un medallón, coronado con hojas de acanto y florones.

Los marcos de los cinco espejos fueron esculpidos por Liénard. Todos ellos ofrecen una decoración similar, excepto el que está frente al jardín cuya ornamentación es más rica: una cabeza de mujer sostiene un frontón decorado con un florero. Las pilastras de uno y otro lado están coronadas con una cabeza de cabra y decoradas con caídas de frutas y flores.

Galería de la Paz

Denominada simplemente Galería, después Galería de Fiestas y, por último, Galería de la Paz, da al jardín, el comedor y el salón de la Rotonda, y se encuentra en la prolongación del Salón del Reloj, con el que comunica por tres esviajes pintados por Nolau y Rubé.

A ellos se debe también la decoración del dovelaje del techo: en medio de cada gran lado, en su tarjeta realzada en oro, se ve una cabeza de Apolo y trofeos de instrumentos de música : de una a otra parte, se observará un motivo de cabeza de fauno en colores; los medallones de los ángulos están decorados con jarrones de flores; en el centro de los lados pequeños estaba pintado el símbolo imperial, hoy desaparecido. Las pilastras que recorren las paredes están coronadas de grifos. Pilastras, capiteles y frisos fueron esculpidos por Liénard, que realizó también el entrepaño de la chimenea y los marcos de los espejos de encima de las consolas.

Liénard es también el autor de la decoración que vemos encima de la puerta de comunicación con el salón de la Rotonda. Es la única que subsiste de las seis de encima de la puerta realizadas en el origen (tres se encuentran en el salón de la Rotonda y dos en el gabinete del Ministro). Se compone de una tarjeta oval decorada con guirnaldas de frutas y coronada con un pequeño frontón de volutas con jarrón; dos niños músicos están sentados a uno y otro lado de la tarjeta.

Hippolyte Adam pintó las tarjetas de encima de las puertas que llevan al comedor.

Sobre la chimenea se encuentran dos hacheros enmarcando un péndulo de Marquis que representa La Música.