Iniciativa franco-alemana de reactivación de la Unión Europea frente a la crisis del coronavirus (18.05.20)

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La Unión Europea está atravesando una crisis sin precedentes. No hay vida, empleo u empresa que se libre de este azote mundial. Y aunque las sociedades y las economías están empezando a salir del confinamiento, sigue azotándolas una incertidumbre considerable. Sin embargo, nuestro objetivo es claro: la Unión Europea superará la crisis unida y saldrá de ella fortalecida. Nuestra voluntad de que Europa se reactive de manera duradera guía nuestros esfuerzos conjuntos. Francia y Alemania están plenamente decididas a asumir su responsabilidad por la Unión Europea y ayudarán a abrir la vía que nos permita salir de la crisis.

Para ello, ahora más que nunca debemos aprovechar el poder que se desprende de nuestra acción conjunta como europeos y aunar fuerzas como nunca antes.

También debemos reflexionar profundamente sobre los aprendizajes que debemos extraer de la crisis. La Conferencia sobre el Futuro de Europa permitirá abrir un amplio debate democrático sobre el proyecto europeo, sus reformas y sus prioridades.

Francia y Alemania proponen las siguientes medidas.

1. REFORZAR LA SOBERANÍA SANITARIA ESTRATÉGICA MEDIANTE UNA «ESTRATEGIA SANITARIA» DE LA UE

Nuestra respuesta a la crisis actual y a las futuras crisis sanitarias debe reposar en un enfoque europeo nuevo que se base en la soberanía sanitaria estratégica. Deseamos que surja una industria sanitaria europea con una postura estratégica que mejore la dimensión europea de los sistemas sanitarios y logre que la UE sea más independiente, en pleno respeto de la responsabilidad de los Estados miembros en lo que se refiere a su sistema de salud y de seguridad social. Por consiguiente, debemos:

  • incrementar la capacidad de investigación y desarrollo en el ámbito de las vacunas y los tratamientos, al igual que la coordinación y la financiación internacional (iniciativa ACT-Accelerator), teniendo como objetivo a corto plazo hallar y fabricar una vacuna contra el coronavirus en la Unión Europea y garantizar a la vez el acceso universal a la misma;
  • crear reservas estratégicas de productos farmacéuticos y médicos compartidas (equipos de protección, test, etc.) y desarrollar la capacidad de producción de dichos productos en la Unión Europea;
  • crear reservas estratégicas de productos farmacéuticos y médicos compartidas (equipos de protección, test, etc.) y desarrollar la capacidad de producción de dichos productos en la Unión Europea;
  • coordinar las políticas europeas de contratos públicos comunes para las vacunas y los futuros tratamientos (por ejemplo, fabricación y almacenamiento de posibles futuras vacunas) para mostrarse unidos frente a la industria farmacéutica y garantizar mejor el acceso a ellos tanto en la Unión Europea como en el resto del mundo;
  • crear un equipo de trabajo especializado de la UE competente en salud en el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y encomendarle la elaboración de programas de prevención y reacción frente a futuras epidemias en colaboración con las instituciones de cada país;
  • definir normas europeas comunes en materia de interoperabilidad de los datos sanitarios (como una metodología armonizada que permita disponer de estadísticas de casos comparables en situación de epidemia).

2. CREAR UN «FONDO DE REACTIVACIÓN ECONÓMICA» DE LA UE AMBICIOSO, POR EL CRECIMIENTO Y LA SOLIDARIDAD

Para apoyar una recuperación duradera y restablecer y reforzar así el crecimiento en la UE, Francia y Alemania apoyan la creación de un fondo de reactivación económica ambicioso, temporal y específico en el marco del próximo marco financiero plurianual (MFP) que refuerce este último en sus primeros años. Habida cuenta de la excepcionalidad de las dificultades que plantea la pandemia de COVID-19 a las economías de toda la UE, Francia y Alemania proponen autorizar a la Comisión Europea a endeudarse con los mercados en nombre de la UE para financiar este mecanismo de apoyo desde una base jurídica que respeta plenamente el Tratado Europeo, el marco presupuestario de la UE y los derechos de los distintos parlamentos nacionales.

  • Se proveerá al Fondo de Reactivación Económica de medio billón de euros en gasto presupuestario de la UE que irá destinado a los sectores y las regiones más afectados, sobre la base de los programas presupuestarios de la UE y respetando las prioridades europeas. Dicho fondo reforzará la resiliencia, la convergencia y la competitividad de las economías europeas e incrementará la inversión en las transiciones ecológica y digital y en la investigación y la innovación en particular.
  • La financiación del Fondo de Reactivación Económica irá especialmente enfocada a paliar las dificultades relacionadas con la pandemia y sus repercusiones. Será un complemento excepcional, integrado en la decisión sobre los recursos propios, con una cuantía y una fecha de vencimiento claramente especificadas, vinculado a un plan de reembolso vinculante más allá del próximo MFP sobre el presupuesto de la UE.
  • Se necesita un acuerdo general rápido sobre el MFP y el Fondo de Reactivación Económica para hacer frente a los grandes desafíos que se plantean a la UE. Las negociaciones se basarán en los progresos logrados hasta febrero. Nos esforzaremos por aportar la contribución presupuestaria relacionada con la crisis del coronavirus lo antes posible.
  • Este apoyo a la reactivación económica completa los esfuerzos de cada país y la serie de medidas decidida por el Eurogrupo. Se basará en el compromiso claro de los Estados miembros de implementar políticas económicas sanas y un programa de reformas ambicioso.
  • La mejora del marco europeo para alcanzar una fiscalidad justa en la UE sigue siendo una prioridad, en particular, introduciendo una imposición mínima efectiva y una imposición justa de la economía digital en la Unión Europea, que idealmente partan de las fructíferas conclusiones de los trabajos de la OCDE, así como la instauración de una base imponible común del impuesto sobre sociedades.

3. ACELERAR LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y LA TRANSICIÓN DIGITAL

Es hora de acelerar la modernización de la economía y de los modelos económicos europeos. Desde esta lógica, reafirmamos que el Pacto Verde Europeo es la nueva estrategia de crecimiento de la UE y nuestra hoja de ruta para alcanzar una economía próspera y resiliente en la senda de la neutralidad en carbono en 2050. En paralelo debemos acelerar la transición digital, transformando las dinámicas surgidas durante la crisis en un avance y una soberanía digital duraderos. Con tal fin, debemos:

  • marcarnos objetivos más ambiciosos para la UE en materia de reducción de las emisiones para 2030, coordinándolos con un conjunto de medidas eficaces para evitar el riesgo de fuga de carbono. La propuesta anunciada por la Comisión sobre un mecanismo de ajuste en frontera de las emisiones de carbono permitirá completar los instrumentos existentes de acuerdo con las normas de la OMC. Las normas relativas a las ayudas estatales deben revisarse considerando una política climática más ambiciosa y el riesgo de que se produzca una fuga de carbono;
  • respaldar la introducción de un precio mínimo del carbono en el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE) y trabajar en la instauración de un futuro RCDE europeo para todos los sectores;
  • para cada sector, elaborar una hoja de ruta para una recuperación respetuosa del medioambiente que, cuando proceda, incorpore objetivos o condiciones en materia climática y medioambiental;
  • acelerar la transformación digital, en particular desplegando la 5G, realizando esfuerzos para disponer de infraestructuras y tecnologías de ciberseguridad seguras y fiables, administrando la identidad digital, estableciendo un marco favorable para la inteligencia artificial e instaurando una regulación justa para las plataformas digitales en la UE.

4. DESARROLLAR LA RESILENCIA Y LA SOBERANÍA ECONÓMICAS E INDUSTRIALES DE LA UE Y REIMPULSAR EL MERCADO ÚNICO

Una gran integración en el mercado único garantiza nuestra prosperidad. La recuperación de la economía europea y su adaptación a los desafíos que se le planteen en el futuro exige una economía y una base industrial resilientes y soberanas además de un mercado único robusto. Parte fundamental de la solución es que los mercados sean abiertos y el comercio, libre y justo. Por consiguiente, debemos:

  • apoyar la diversificación de las cadenas de valor promoviendo una agenda comercial ambiciosa y equilibrada, articulada alrededor de la OMC, que incorpore iniciativas nuevas, en particular en el ámbito del comercio de productos sanitarios; reforzar nuestros mecanismos antisubvenciones [de los terceros países]; lograr una reprocidad real con terceros países en lo que se refiere a los contratos públicos e intensificar el control de la inversión a nivel nacional y europeo en lo que se refiere a los inversores no europeos en los sectores estratégicos (en particular la salud, los medicamentos, la biotecnología, etc.), fomentando al mismo tiempo inversiones (re)localizadas en la UE;
  • adaptar a la recuperación la estrategia industrial de la Comisión, en particular modernizar la política de competencia de la UE acelerando la adaptación de las normas en materia de ayudas estatales y de las reglas de competencia y la implementación de los proyectos importantes de interés común europeo [posibilitando ayudas europeas];
  • garantizar que se vuelva rápidamente a un mercado único totalmente funcional y seguir ahondando en él mediante una nueva hoja de ruta para crear un mercado totalmente integrado en los ámbitos prioritarios (tecnología digital, energía y mercados financieros en particular) con etapas claras y un calendario legislativo acelerado;
  • lograr que el espacio Schengen funcione plenamente, mejorando las obligaciones relativas a la coordinación entre los Estados miembros en tiempo de crisis y reforzando las fronteras exteriores comunes;
  • reforzar la convergencia social y acelerar los debates sobre el marco de la UE por un sueldo mínimo adaptado a la situación de cada país.

Conferencia de prensa conjunta del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, y la canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel (en francés).

(Fuente: www.elysee.fr)