Cumbre de Pau - Declaración conjunta de los jefes de Estado (13/01/2020)

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Los jefes de Estado miembros del G5 Sahel y el presidente de la República Francesa se han reunido hoy, 13 de enero de 2020, en Pau, Francia, para estudiar la situación en la región del G5 Sahel.

Los jefes de Estado han reafirmado su determinación común de luchar juntos contra los grupos terroristas que operan en la franja Sahel-Sáhara y en la región del lago Chad. Han rendido homenaje a los civiles víctima de los abusos cometidos por estos grupos terroristas, al igual que a los soldados africanos, franceses y extranjeros caídos en el cumplimiento de su deber.

Los jefes de Estado del G5 Sahel han expresado su deseo de que Francia mantenga su intervención militar en el Sahel y han abogado por intensificar la presencia internacional que les apoya. Han expresado su reconocimiento por el apoyo crucial que les ha brindado Estados Unidos y han manifestado su deseo de que prosiga.

Han reafirmado que el objetivo de esta acción común es el de proteger a la población civil, defender la soberanía de los Estados del G5 Sahel (de conformidad con las resoluciones correspondientes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y con los acuerdos bilaterales en vigor), prevenir la expansión de la amenaza del terrorismo a los países fronterizos y recuperar la estabilidad, condición imprescindible para que el desarrollo sea posible.

Los jefes de Estado han acordado redoblar y coordinar sus esfuerzos con el fin de hallar una solución rápida a la crisis libia, que sigue agravando la inestabilidad en el Sahel. A tal efecto, han recordado la responsabilidad de la comunidad internacional, la imperiosa necesidad de que todas las partes traten este asunto de manera prioritaria, y han manifestado su apoyo a los objetivos de la conferencia internacional de Berlín con el fin de restaurar la estabilidad y la seguridad en Libia.

Los jefes de Estado han celebrado lo acometido hasta el momento y han insistido en la necesidad de una mayor coordinación a la hora de implementar las iniciativas que se están desarrollando en el Sahel y de la intensificación del compromiso internacional.

Con tal fin, los jefes de Estado han acordado dialogar con los socios ya comprometidos para crear un nuevo marco político, estratégico y operacional que marque una nueva etapa tanto en la lucha contra los grupos terroristas en el Sahel como en la responsabilización colectiva.

A la luz de este diálogo, el nuevo marco se hará en forma y bajo el nombre de «Coalición por el Sahel» y agrupará a los países del G5 Sahel, a Francia (a través de la operación Barkhane y otras formas de intervención), a los socios actuales y a todos aquellos países y organizaciones que quieran participar. El marco se organizará alrededor de cuatro pilares que concentran las distintas actuaciones en los siguientes ámbitos:

1. Lucha contra el terrorismo

Los jefes de Estado han manifestado su firme voluntad de luchar juntos contra todos los grupos armados terroristas activos en la región, concentrando de inmediato sus esfuerzos militares en la región de las tres fronteras, bajo el mando conjunto de la Fuerza Barkhane y la Fuerza Conjunta del G5 Sahel, con un objetivo prioritario: el Estado Islámico del Grán Sáhra (EIGS).

En paralelo, el mando conjunto de la coalición irá dando cabida a todos los países voluntarios y asociados cuya contribución militar irá destinada a la operación Barkhane, como es el caso de la futura agrupación de fuerzas especiales europeas bautizada Task Force Takuba, que se enmarcará en este primer pilar. El concepto de operación de la Fuerza Conjunta se revisará para que pueda disponer de un mayor margen de maniobra para actuar en una zona que vaya más allá de los 50 km a un lado y otro de las fronteras.

Esta coalición militar podrá desarrollar las capacidades operacionales de las fuerzas del Sahel en toda la región del G5 Sahel para reducir la amenaza de los grupos terroristas y para garantizar un mejor control de las fronteras.

2. Desarrollo de las capacidades militares de los Estados de la región

Los jefes de Estado han celebrado que Francia y Alemania lanzaran la iniciativa de la Alianza para la Seguridad y la Estabilidad en el Sahel (P3S) y han deseado que se aceleren y se intensifiquen las medidas de formación, adiestramiento, apoyo logístico, entrenamiento y equipamiento de ejércitos de los países del G5 Sahel. Este pilar reposará, entre otras cosas, en los esfuerzos que ya han emprendido las Naciones Unidas y las misiones formativas de la Unión Europea.

Podrá incluir un acompañamiento en el despliegue de los ejércitos de los países del G5 Sahel con el apoyo de la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

3. Apoyo al restablecimiento de un Estado y de administraciones

Los jefes de Estado del G5 Sahel se han comprometido a tomar todas las medidas necesarias para acelerar el restablecimiento de la administración y de los servicios públicos en todos los territorios afectados, en especial los sistemas penal y judicial, fundamentales para el restablecimiento del Estado de derecho. En este caso, la prioridad será Kidal.

Desde una lógica de responsabilidad compartida, estos compromisos contarán con el respaldo del P3S, que sobre todo centrará su actividad en la formación y el despliegue de personal en los ámbitos de la administración civil, la seguridad interior (policía, gendarmería y aduana) y la justicia hasta el nivel local.

4. Ayuda al desarrollo

Los jefes de Estado han celebrado los primeros resultados de la Alianza Sahel, que se creó por iniciativa de Alemania y Francia en julio de 2017, y han llamado a los países y organizaciones miembro de la Alianza a seguir en una dinámica todavía más coordinada con la actividad de seguridad, a recurrir a la programación conjunta y a mecanismos de delegación recíproca de manera más sistemática, teniendo en cuenta las prioridades de los países miembros del G5 Sahel.

Con esta misma disposición, los jefes de Estados llaman a los socios internacionales a materializar los compromisos tomados en diciembre de 2018 en la conferencia de donantes de Nuakchot para implementar el Programa de Inversiones Prioritarias (PIP) del G5 Sahel.

Por otra parte, los jefes de Estado llaman a los socios de los Estados del G5 Sahel a intensificar su ayuda y su apoyo para que se pueda hacer frente a los nuevos desafíos humanitarios como son los desplazados internos, los refugiados, el cierre de escuelas y de centros sanitarios.

En junio de 2020 se celebrará en Nuakchot una cumbre en la que participarán los Estados del G5 Sahel y Francia, en el contexto de la presidencia mauritana del G5 Sahel. Hasta entonces, el seguimiento de los compromisos correrá a cargo de los ministros de Asuntos Exteriores y de los ministros de Defensa y de las Fuerzas Armadas.