Migración – Conferencia intergubernamental sobre el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (Marrakech, 10-11 de diciembre de 2018)

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El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular ha sido adoptado por 162 Estados durante la conferencia de Marrakech, en la cual Francia estaba representada por el secretario de Estado Jean-Baptiste Lemoyne.

Francia ha apoyado la adopción de dicho pacto porque, hoy en día, la migración es un fenómeno global que debe ser controlado por los Estados desde una cooperación internacional más eficaz entre los países de origen, de tránsito y de destino. Con esta perspectiva, el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular recoge una relación de buenas prácticas que pueden servir de inspiración a los Estados a la hora de llevar adelante su política migratoria respetando sus exigencias nacionales. El Pacto, no vinculante, es una declaración que no crea absolutamente ninguna obligación jurídica. Tampoco abre nuevos derechos para los migrantes, pero sí recuerda sus derechos fundamentales, tal y como quedan establecidos, por ejemplo, en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

De conformidad con la posición francesa, el Pacto recuerda la especificidad de la condición de refugiado y reconoce una distinción clara entre migrantes legales e ilegales. Además, dispone que la soberanía nacional es el «principio director» que permite a los Estados garantizar el control de sus fronteras respetando sus compromisos internacionales. Partiendo de esta base, el Pacto invita a los Estados a luchar contra la inmigración irregular desmantelando redes de inmigración ilegales y animando a los países de origen a garantizar un control efectivo de sus fronteras y facilitar el retorno y la reintegración de los migrantes en situación irregular. También invita a los Estados a conservar vías de migración legales y favorecer la integración en las sociedades receptoras de aquellos que las toman. Por último, insiste en la necesidad de tratar las causas profundas de la migración invirtiendo más en el desarrollo de los países de origen, alentando la instauración de una buena gobernanza y teniendo en cuenta la irrupción de nuevas razones por las que emigrar, como es el cambio climático.

Francia, fiel a sus valores, apegada al respeto del derecho y a la eficacia, seguirá actuando por una mayor cooperación internacional en materia migratoria.

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