La solidaridad europea frente al COVID-19
Frente al COVID-19, la unión debe hacer la fuerza. No superaremos esta crisis sin una reactivación europea fuerte y solidaria. La Unión Europea ya ha tomado medidas y estos esfuerzos continúan tanto a nivel europeo como entre los propios países.
Actualización: diciembre de 2020
Una respuesta europea común
Francia ha asumido el liderazgo de alentar a la Unión Europea a evaluar el alcance de la crisis solicitando que se reuniera el 10 de marzo de 2020 un Consejo Europeo extraordinario e instando a adoptar medidas coordinadas en las fronteras para evitar decisiones unilaterales.
De la iniciativa franco-alemana al Plan de recuperación para Europa
El 18 de mayo de 2020, Francia y Alemania propusieron una iniciativa común para la recuperación europea frente a la crisis para que Europa pudiera superar la crisis actual y salir fortalecida de ella. Una de las diecinueve medidas de la iniciativa perseguía, entre otras cosas, crear un Fondo Europeo de Recuperación para la solidaridad y el crecimiento.
La idea fue retomada por la Comisión Europea el 27 de mayo de 2020 bajo el nombre «NextGenerationEU».
El 17 de diciembre de 2020 se adoptó el marco financiero plurianual 2021-2027, que posibilitó la adopción de un plan de recuperación histórico dotado con un total de 750 000 millones de euros, entre ellos 390 000 millones de subvenciones. Por medio de este acuerdo se formalizó por primera vez el principio de un endeudamiento común de todos los Estados miembros: un hito sin precedentes en la construcción europea y una clara señal de la solidaridad en el continente.
Para Francia, esto supone concretamente casi 40 000 millones de euros, que servirán para financiar el plan nacional de recuperación. Gracias a esta coordinación entre los Estados miembros, la recuperación en Europa ganará en solidez y rapidez.
Más información sobre el Plan de recuperación para Europa (en francés)
Mitigación de la repercusión socioeconómica de la epidemia
Los jefes de Estado y de Gobierno también han adoptado diversas medidas destinadas a coordinar los esfuerzos en materia de salud pública, proteger a los europeos y mitigar la repercusión socioeconómica de la epidemia:
- Disponer de material médico compartido (equipos de protección, respiradores y equipos de laboratorio) con la creación de la primera reserva común de material médico y la adjudicación de contratos públicos conjuntos para la compra de equipos de protección individual. Esto pasa también por medidas coordinadas dirigidas a incrementar la capacidad de producción. Al mismo tiempo, para exportar fuera de Europa, se exige una licencia para la exportación de equipos de protección individual.
- Aunar esfuerzos para permitir que los ciudadanos europeos bloqueados fuera de la UE puedan regresar a su domicilio.
- Facilitar la circulación dentro de la UE,no solo de bienes y mercancías, a través de corredores prioritarios en las fronteras interiores para el abastecimiento de hospitales, comercios y fábricas principalmente, sino también de personas cuando sea necesario, en especial de los trabajadores fronterizos y de los ciudadanos europeos que regresan a su domicilio.
- Responder a la crisis, reasignando 37 000 millones de euros del presupuesto de la UE para la política de cohesión.
- Apoyar a las empresas flexibilizando las normas sobre las ayudas estatales.
- Suspender el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para permitir que los Estados miembros puedan derogar las normas presupuestarias frente a la pandemia.
La Comisión Europea es la encargada de velar por la correcta aplicación de estas medidas. Actualmente se están examinando a nivel europeo medidas adicionales para dar respuesta a esta crisis sin precedentes.
[(La lucha contra el COVID-19 en cifras
- plan de recuperación de 750 000 millones de euros, de los cuales 40 000 destinados a Francia, para apoyar las economías de los Estados miembros
- 40 000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para apoyar a las empresas de mediana capitalización y a las pequeñas y medianas empresas
- 47 500 millones de euros del presupuesto de la UE a cargo de los fondos estructurales para los Estados miembros y las regiones más afectadas, de los cuales 2900 van para Francia.
- más de 660 millones de euros para fomentar la investigación de los tratamientos y las vacunas
- más de 1900 millones de euros para el Mecanismo de Protección Civil de la Unión (cofinanciación de vuelos de repatriación y adquisición de material) en virtud del plan de recuperación
- más de 3,6 millones de euros para el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades
- 672 500 millones de euros en el marco de un conjunto de medidas destinadas a apoyar las reformas y las inversiones realizadas por los Estados miembros de la Unión Europea
A estas medidas se suma el Programa temporal de compras de emergencia en caso de pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) del del Banco Central Europeo, que tiene previsto comprar en el mercado la deuda de los Estados y de las empresas de la zona del euro por un importe de 1,85 billones de euros.
Una solidaridad real
Ningún país puede superar la crisis solo. La solidaridad debe seguir siendo nuestro hilo conductor, ahora y después de la epidemia. Para dar apoyo a los ministerios competentes en los sectores afectados por la crisis, se han activado mecanismos europeos en materia de coordinación, intercambio de información, buenas prácticas y gestión de crisis. Se han traducido en comités de expertos, en particular en sanidad. El Ministerio de Solidaridad y Sanidad representa a Francia en el Comité de Seguridad Sanitaria.
La solidaridad entre países europeos se ha manifestado a diario de forma tangible con la acogida de pacientes para aliviar a los países más afectados, la donación de material médico (más de 3 millones de mascarillas donadas a Italia por sus vecinos, por ejemplo), la coordinación de esfuerzos para permitir que los más de 78 000 europeos bloqueados en el extranjero pudieran regresar a sus lugares de residencia, entre los cuales había 8000 franceses y francesas, o el desarrollo de programas de investigación comunes.
La Comisión también ha creado un dispositivo de supervisión de la aplicación de las medidas de emergencia adoptadas por los Estados miembros, con el propósito de garantizar el respeto de los valores fundamentales de la UE.
Los Estados miembros de la Unión Europea han elegido hablar con los laboratorios farmacéuticos con una sola voz para adquirir vacunas contra la COVID-19, con el fin de garantizar el aprovisionamiento de los europeos y no únicamente ellos. Se han encargado más de 200 millones de dosis para vacunar a hasta 100 millones de personas en Europa. Seguridad, eficacia y protección de los europeos es el lema vigente. Las vacunas desarrolladas han sido evaluadas conjuntamente por la Agencia Europea de Medicamentos. El 21 de diciembre, la Agencia Europea de Medicamentos autorizó la comercialización de la primera vacuna disponible, la de BioNTech/Pfizer. Los Estados miembros se han coordinado para empezar juntos sus respectivas campañas de vacunación los días 27, 28 y 29 de diciembre (#EUvaccinationdays).
Una solidaridad internacional
El 8 de abril de 2020, la Comisión Europea y el alto representante adoptaron la batería de medidas Equipo Europa, que vela por respaldar las medidas tomadas por los países socios en la lucha contra la epidemia de COVID-19. El objetivo de este enfoque consiste en combinar los recursos de la Unión Europea, sus Estados miembros y sus instituciones financieras, y en particular el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. Los fondos globales del programa Equipo Europa ascienden ya a 38 500 millones de euros.
El apoyo europeo se centra prioritariamente en las respuestas que dar a la emergencia sanitaria y las necesidades humanitarias que se derivan de ella, el refuerzo de los sistemas sanitarios, el suministro en agua y saneamiento, las capacidades y la preparación de los países socios frente a la pandemia y la mitigación de la repercusión socioeconómica de la crisis sanitaria, en particular apoyando al sector privado, a las pymes y las reformas políticas dirigidas a reducir la pobreza.
Ya se han implementado muchas medidas, como la donación de ambulancias modernizadas y vehículos de descontaminación, la entrega de equipos de protección individual y lotes de alimentos. En particular, con el apoyo de Francia y de otros Estados miembros, la Comisión Europea ha instaurado un puente aéreo humanitario en beneficio de los países en dificultad, en particular los africanos, para transportar material médico y personal a las zonas de crisis.
Ante la epidemia de COVID-19, la solidaridad internacional y el multilateralismo se imponen como requisitos fundamentales para una salida de crisis coordinada y exitosa. Desde esta perspectiva, Francia y la Unión Europea, que han trabajado directamente en la respuesta internacional desde que empezó la crisis sanitaria, siguen haciéndolo con éxito y determinación.
La iniciativa Access to Covid-19 Tools Accelerator (ACT-A), que se lanzó en abril de 2020 bajo el impulso del presidente de la República, encarna el compromiso de Francia. Se implementa bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud y persigue permitir el desarrollo, la producción y el acceso justo y universal a los productos sanitarios para luchar contra la COVID-19 (pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas), al igual que respaldar los sistemas sanitarios de los países más frágiles.
Como complemento, el presidente de la República se ha comprometido a ceder parte de las dosis de vacunas encargadas en el marco europeo para vacunar a personal sanitario y a los que más lo necesitan en los países más frágiles.