Adopción de la resolución 2391 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el Sahel - Recordatorio de la declaración de Jean-Yves Le Drian, Ministro para Europa y de Asuntos Exteriores (Nueva York, 8 de diciembre de 2017)

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Declaración de Jean-Yves Le Drian, Ministro para Europa y de Asuntos Extranjeros

Me congratulo por la adopción unánime de la resolución 2391 del Consejo de Seguridad relativa al apoyo a la Fuerza Conjunta del G5 Sahel.

Con esta resolución, el Consejo de Seguridad aporta una vez más ─por iniciativa y como una prolongación de la resolución 2359 del CSNU, adoptada el pasado mes de junio─ un apoyo político claro y fuerte a los Estados del G5 Sahel que decidieron unir sus esfuerzos para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado. Asimismo, reconoce los avances significativos logrados en tan solo unos cuantos meses y hace un llamado a todos a responsabilizarse para que la fuerza alcance lo antes posible toda su capacidad operativa.

La resolución 2391 permite además implementar un apoyo logístico y operacional de la MINUSMA en beneficio de las unidades de la Fuerza Conjunta que opera dentro de su perímetro de acción. Esta resolución recuerda también que la Fuerza Conjunta sólo puede ser exitosa si se llevan a cabo esfuerzos concomitantes en el ámbito del desarrollo y si se respetan las exigencias fundamentales en materia de respeto a los Derechos Humanos.

De esta forma, Naciones Unidas participa en el esfuerzo internacional orientado a aumentar el poder de la fuerza del G5 Sahel y la ayudará a ser plenamente eficaz in situ.

Francia, junto con sus socios y la Unión Europea, sigue movilizándose plenamente para apoyar la puesta en funcionamiento de la Fuerza Conjunta del G5 Sahel. El respaldo de Francia a la fuerza conjunta es constante desde el inicio, mediante un apoyo operacional y con equipo. La Unión Europea, por su parte, le ha entregado 50 millones de euros. Otros contribuyentes como Estados Unidos, Arabia Saudita, Dinamarca o Luxemburgo, han anunciado recientemente su apoyo.

Cabe recordar, por cierto, que no puede haber estabilidad duradera en el Sahel sin que se ponga en marcha, plena y efectivamente, el Acuerdo para la Paz y la Reconciliación en Malí. Hacemos un llamado a todas las partes de Malí a redoblar sus esfuerzos en este sentido.