Amenaza terrorista y acción de Francia en el Sahel

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Amenaza múltiple

Grupos terroristas afiliados a Al Qaeda, reunidos en el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, y a Dáesh, como el Estado Islámico del Gran Sáhara, multiplican sus ataques a las fuerzas armadas que les ayudan, ya sean fuerzas internacionales o del Sahel. Entre las primeras figura la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA), que debe contribuir a la aplicación del acuerdo de paz de Argel y dar apoyo al trabajo de estabilización de las autoridades malíes en el centro del país. Los distintos tipos de tráficos (tráfico de drogas, de armas, trata de seres humanos y tráfico ilícito de migrantes, entre otros), las tensiones comunitarias y las consecuencias del calentamiento global sobre el acceso a los recursos son, todos ellos, factores de desestabilización.

Operación Barkhane

Desde el principio de la crisis de seguridad en el Sahel, el compromiso de Francia para contener la amenaza terrorista ha sido constante. En enero de 2013, Francia intervino en el norte de Mali con la operación Serval para impedir que los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda tomaran el control del país. Desde entonces, las operaciones francesas, en las que participan unos 4500 militares en total, se regionalizaron bajo el nombre de Operación Barkhane. Las fuerzas francesas trabajan estrechamente con los ejércitos del Sahel en este contexto. Para ayudar a las fuerzas armadas malíes, a partir de 2020, junto a las fuerzas especiales de socios europeos en Mali se desplegarán fuerzas especiales francesas bajo el mando de la Operación Barkhane, en una unidad conjunta llamada Takuba.

Apoyo a la fuerza conjunta del G5 Sahel

La fuerza conjunta del G5 Sahel (FC-G5S), lanzada en 2017 en Bamako por los presidentes de los países del G5 Sahel (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger), refleja la voluntad de los países de la región de hacerse cargo de su propia seguridad y coordinar su acción en las zonas transfronterizas. Su mandato cubre la lucha contra el terrorismo, la delincuencia organizada transfronteriza y el tráfico de seres humanos en el área geográfica del G5 Sahel. Gracias, en particular, al apoyo internacional, los avances logrados por la Fuerza desde que ésta se creara son significativos. Se han llevado a cabo varias operaciones, algunas de ellas en coordinación con la Operación Barkhane, que brinda un apoyo fundamental.

Alianza para la Seguridad y la Estabilidad en el Sahel (P3S)

El presidente de la República Francesa y la canciller alemana, acompañados por el presidente de turno del G5 Sahel, el presidente de Burkina Faso, Roch Kaboré, anunciaron la creación de la Alianza para la Seguridad y la Estabilidad en el Sahel (P3S) en la cumbre del G7 en Biarritz. Esta alianza con los países de la región persigue incrementar la eficacia de los esfuerzos desplegados en los ámbitos de la defensa y la seguridad interior, por ejemplo, mejorando la coordinación del apoyo internacional y respaldando las reformas necesarias en estos sectores. La rendición de cuentas es un requisito clave de la alianza.

La P3S se concentrará en un primer momento en los países del G5 Sahel y los dispositivos transfronterizos existentes (fuerza conjunta del G5 Sahel, Iniciativa de Accra). Por último, la alianza de Dinard, anunciada por Francia en abril de 2019, va dirigida a luchar contra los distintos tráficos en el Sahel, complementándose totalmente con el P3S.

Alianza Sahel

La Alianza Sahel, lanzada en julio de 2017 a iniciativa de Francia y Alemania, es un mecanismo que coordina a los aliados técnicos y financieros (dieciocho, a día de hoy) decididos a intensificar la coherencia y la eficacia de la ayuda al desarrollo, colaborando estrechamente con los países miembros del G5 Sahel.
La acción de la Alianza a corto plazo se centra en dar apoyo a las estructuras más cercanas a la población como son las entidades territoriales, el sector privado, las organizaciones del medio rural y de los pueblos y las ONG para mejorar lo más rápidamente posible las condiciones de vida en las zonas más vulnerables.

El objetivo de la Alianza es por tanto lograr que la población pueda beneficiarse de avances significativos en los seis sectores siguientes:

• empleabilidad juvenil, educación y formación;
• agricultura, desarrollo rural y seguridad alimentaria;
• energía y clima;
• gobernanza;
• descentralización y apoyo al desarrollo de los servicios básicos.
• seguridad interior.

Las actividades de la Alianza Sahel representan unos 11 600 millones de euros destinados a más de 800 proyectos. Por ejemplo, posibilitó que se diera respuesta internacional coordinada a distintos proyectos que los países beneficiarios consideraba especialmente urgentes en los ámbitos del acceso a agua potable y saneamiento, la seguridad alimentaria y la cohesión social.
Además de los proyectos de desarrollo, Francia también lleva a cabo acciones humanitarias y de estabilización para responder rápidamente a las necesidades urgentes de la población, favorecer el regreso del Estado y de los servicios básicos y promover la cohesión social y la reconciliación.

Actualización: noviembre de 2019