Alianza para la preservación de los bosques tropicales (24 de julio de 2020)

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Comunicado conjunto del Ministerio para Europa y de asuntos exteriores, el Ministerio de transición ecológica y el Ministerio de economía, finanzas y reactivación económica

La movilización de la Alianza para la Preservación de los Bosques Tropicales, anunciada por el presidente de la República Francesa a raíz de los catastróficos incendios que se produjeron en 2019 en varias regiones del mundo, debe conducir a la protección, la gestión sostenible y la restauración de uno de los ecosistemas fundamentales para el equilibrio del planeta.

Al final de un proceso de negociación encabezado por nuestro país en la cumbre de Biarritz del G7, y posteriormente en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Francia y sus socios, los países forestales de la Amazonia, la cuenca del Congo y el sudeste asiático, y los países donantes europeos, acordaron el texto de una Carta por la que se creó la Alianza para la Preservación de los Bosques Tropicales: Leer la Carta (en francés).

El Representante Permanente de Francia ante las Naciones Unidas transmitió ayer este documento al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, informándole de que estaba abierto a la firma de los países interesados.

La Alianza es una coalición abierta de países que comparten las mismas ambiciones para los bosques, por lo que evolucionará y acogerá a todos aquellos que compartan su propósito. Su objetivo es dialogar y actuar en estrecha colaboración con los sectores pertinentes de la sociedad civil (pueblos indígenas y comunidades locales, ONG, empresas, organizaciones agrícolas, asociaciones de mujeres, investigadores y centros de investigación), así como con las entidades territoriales de los países interesados, ante el hecho de que las tasas de deforestación persisten o incluso aumentan.

A fin de lograr su objetivo de movilización para la preservación de los bosques tropicales, la Alianza tendrá tres misiones concretas y prioritarias:

  • servir de plataforma política entre los países donantes y los principales países forestales a fin de intercambiar buenas prácticas y alcanzar una visión concertada de sus problemas específicos;
  • identificar todas las iniciativas públicas y privadas relativas a los bosques, de manera que sean coherentes con los objetivos establecidos en la Carta;
  • prevenir las crisis que afectan a los bosques (incendios, epidemias, etc.) preparando a los países forestales, en especial a los más vulnerables, para responder más rápidamente gracias a una solidaridad internacional mejor estructurada y, por tanto, más eficaz y, con el apoyo de todos los miembros de la Alianza, aplicar políticas concertadas para promover una mejor preservación de los ecosistemas forestales tropicales.

Para contribuir plenamente a los objetivos de la Alianza, Francia se ha comprometido y ha decidido participar en varios proyectos concretos. En particular, contribuye al Natural Capital Lab, un fondo fiduciario auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se centra en la innovación financiera al servicio de la biodiversidad y la lucha contra la deforestación.

Asimismo, contribuye a un ambicioso proyecto de la ONG Conservación Internacional titulado “Our Future Forests”. Este proyecto busca mejorar la gestión territorial de la selva amazónica con el apoyo de los pueblos indígenas, en particular mediante sistemas de vigilancia, el fortalecimiento de las capacidades y el desarrollo de zonas protegidas. También moviliza los instrumentos de la Agencia Francesa de Desarrollo, así como del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM), varias de cuyas acciones contribuirán al fortalecimiento y la innovación de la silvicultura participativa, beneficiando a las comunidades locales que viven en la periferia de las zonas protegidas de la cuenca del Congo, o a la resiliencia socioambiental con la gestión de las zonas protegidas en Costa de Marfil y Burkina Faso.

Por último, Francia también presta apoyo a las poblaciones indígenas de la cuenca del Amazonas afectadas por la crisis sanitaria de la COVID-19. Con tal propósito, se movilizaron cinco millones de euros en beneficio de varias entidades territoriales del Brasil, especialmente en el estado de Amapá, fronterizo con la entidad territorial de Guayana Francesa, así como de la Rainforest Foundation, en beneficio de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica.