CREWS: alerta temprana de desastres climáticos a la población

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Entre los años 2000 y 2019 se contabilizaron en todo el mundo 7348 desastres climáticos que causaron 1,23 millones de víctimas mortales y afectaron a 4200 millones de personas. En los países pobres y vulnerables, los datos meteorológicos que permitirían anticipar esos fenómenos y alertar a la población suelen ser poco fiables o son totalmente inexistentes.

Para prevenir e informar mejor sobre el riesgo de fenómenos meteorológicos y climáticos peligrosos, Francia lanzó durante la COP21 la iniciativa CREWS, a la que contribuyen múltiples donantes. El objetivo de CREWS es proteger la vida, los medios de subsistencia y los bienes en los Países Menos Adelantados (PMA) y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), aumentando de forma significativa las capacidades de los sistemas de alerta integrados y multirriesgos.

Con el cambio climático, los fenómenos naturales extremos se multiplican

Entre los años 2000 y 2019 se registraron en el mundo 7348 grandes catástrofes que se cobraron 1,23 millones de vidas y afectaron a 4200 millones de personas, causando pérdidas económicas mundiales por valor de unos 2,97 billones de dólares. Estas cifras suponen un marcado incremento con respecto a los desastres registrados en los veinte años anteriores. El 91 % de las catástrofes se debieron a inundaciones, temporales, sequías, olas de calor y otros fenómenos climáticos extremos.

Los informes sucesivos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirman que la frecuencia y la magnitud de estos imprevistos climáticos van en aumento, lo que incrementa el riesgo sobre la vida humana y los medios de subsistencia, en especial en los países vulnerables. Así, por ejemplo, las pérdidas económicas causadas por el calentamiento global prácticamente se han duplicado entre los períodos 1980-1999 y 2000-2019.

Sobre la base de estas conclusiones, en la 3.ª Conferencia Mundial sobre la Reducción del Riesgo de Desastres celebrada en Sendai (Japón) en marzo de 2015, las Naciones Unidas se comprometieron a «incrementar considerablemente la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana sobre amenazas múltiples y de la información y las evaluaciones sobre el riesgo de desastres transmitidas a las personas, y el acceso a ellos, para 2030», dotándose para ello de un marco de acción: el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.

En los países vulnerables, los sistemas de alerta temprana son insuficientes para proteger a las personas y a los bienes

Los países que han logrado implantar sistemas de alerta temprana han registrado una disminución espectacular del número de muertes causadas por los desastres naturales. Con todo, las capacidades para implantar sistemas de este tipo son hoy día muy dispares. Los PMA y los PEID son los que más dificultades tienen para proporcionar alertas críticas a las autoridades nacionales y locales y a la población.

Muchos países vulnerables insisten en la necesidad de afianzar los sistemas de alerta mediante la mejora de sus servicios de previsión meteorológica, así como de sus planes y operaciones de emergencia en caso de desastres. En sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) en donde se plasman sus compromisos para reducir sus respectivas emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático, estos países han considerado los Sistemas de Alerta Temprana como una prioridad.

Acercar a los países y a las organizaciones especializadas en la meteorología y la prevención de riesgos

En el marco de la iniciativa CREWS se ejecutan proyectos nacionales y regionales con el apoyo de tres organismos operacionales:

• La Organización Meteorológica Mundial (OMM) consolida sus centros mundiales y regionales de refuerzo de capacidades y apoya la coordinación y la armonización de las medidas adoptadas y las iniciativas nacionales.
• La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) vela por la coherencia de las políticas y su conformidad con el Plan de Acción de las Naciones Unidas y las metas del Marco de Sendai.
• El Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR) del Banco Mundial promueve la identificación, el diseño y la ejecución de apoyo a programas a gran escala a nivel nacional, así como la coordinación y la integración de dichos programas con los centros regionales y mundiales.

¿Qué compromisos tienen los socios?

El objetivo de la iniciativa CREWS es movilizar 100 millones de dólares para colmar las insuficiencias de financiación de los programas de cooperación bilateral y multilateral ya existentes. Un fondo fiduciario auspiciado por el Banco Mundial apoya a las organizaciones e instituciones ejecutoras en sus actividades.

¿Quiénes son los socios financiadores?

Francia ha contribuido con 26 millones de euros entre 2016 y 2021 a la financiación del fondo fiduciario.
Suiza se unió a la iniciativa CREWS en 2019 aportando 9 millones de francos suizos.
Alemania decidió apoyar la iniciativa CREWS en su lanzamiento con una contribución inicial de 3 millones de euros. El país ha anunciado que reforzará esta ayuda a partir de 2020 con un importante pago gradual a lo largo de tres años. Francia y Alemania trabajan de forma conjunta con sus socios del G7 para garantizar la armonización de la iniciativa CREWS y la alianza InsuResilience, cuyo objetivo es, en particular, desarrollar el acceso a los seguros contra el riesgo climático en los países vulnerables.
Luxemburgo aportó 1 millón de euros en 2017 y 500 000 euros en 2019 al fondo multilateral de apoyo al desarrollo de sistemas de alerta en los países vulnerables.
Australia realiza de forma escalonada una aportación específica general de 5 millones de dólares australianos a la iniciativa CREWS como complemento de la movilización de 19 millones de dólares australianos para el apoyo bilateral, principalmente en la región del Pacífico.
Canadá aporta una contribución de 10 millones de dólares canadienses vía la Organización Meteorológica Mundial con el fin de apoyar, en el marco de la iniciativa CREWS, la mejora de los sistemas de alerta temprana en las comunidades más vulnerables.
Los Países Bajos aportan al fondo fiduciario de la iniciativa CREWS un total de 3 millones de euros por medio de pagos graduales desde 2017.
Gran Bretaña se unió a la iniciativa a finales de 2019 y ha aportado 2 millones de libras esterlinas. Francia y Gran Bretaña también trabajan juntas en el marco de la Alianza para la Acción Temprana basada en Riesgo (REAP, por sus siglas en inglés), lanzada en septiembre de 2019 en la Cumbre sobre la Acción Climática del secretario general de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es vincular la acción temprana con la alerta temprana.
Finlandia contribuyó a la iniciativa CREWS por primera vez en 2020 con un pago de 5 millones de euros.
La Comisión Europea está materializando su interés y examinando las modalidades concretas de una aportación al fondo fiduciario en el marco del instrumento ACP/UE de respuesta ante las catástrofes naturales.

Los apoyos de la iniciativa CREWS

Japón es miembro observador de la iniciativa CREWS. Su participación en Asia y el Pacífico se centra en el desarrollo y la actualización de los sistemas de alerta, incluido el uso de satélites.
México, Noruega y Nueva Zelanda son miembros observadores desde hace años.
El Fondo Verde
Gracias al efecto dinamizador de la iniciativa CREWS, el Fondo Verde permite potenciar el esfuerzo apoyando una serie de proyectos y reforzando la labor de CREWS.
La USAID contempla una cooperación sobre el terreno.

[(El informe anual de la iniciativa CREWS del año 2020 destaca los resultados obtenidos durante este año de actividad en más de cincuenta países a través de 14 proyectos nacionales o regionales.

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Actualización: octubre de 2021