Francia reafirma su apoyo a los países más vulnerables frente al cambio climático y anuncia en la COP28 un paquete financiero de 173 millones de euros (6 de diciembre de 2023)

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La aceleración del cambio climático y la intensificación de los daños que causa a los países más vulnerables exige una reacción fuerte y rápida de la comunidad internacional. Esta constatación de la urgencia de la situación ha suscitado la adopción, por parte de la COP27, de una decisión de gran importancia en lo que se refiere a la respuesta frente a las pérdidas y los daños en los países más vulnerables. Guía, asimismo, los principios del Pacto de París por los Pueblos y el Planeta, hoja de ruta para la reforma del sistema financiero internacional, propuesta en junio por el presidente de la República Francesa y que ya ha sido suscrita por más de 40 Estados.

La movilización de Francia da hoy un paso más con una contribución de 173 millones de euros a diferentes fondos multilaterales destinados a la lucha contra la vulnerabilidad climática. Este paquete financiero incluye:

  • una contribución al nuevo fondo de pérdidas y daños que podrá ascender hasta los 100 millones de euros en función de la focalización en los países vulnerables,
  • un nuevo aporte de 20 millones de euros al Escudo Mundial contra los Riesgos Climáticos, en el cual Francia ya había invertido 20 millones de euros en 2023,
  • una contribución de 35 millones de euros al Fondo para los Países Menos Adelantados,
  • una duplicación de nuestra contribución al Fondo de Adaptación para 2024, que alcanzará los 10 millones de euros,
  • la renovación del aporte anual de 8 millones de euros para la Iniciativa de Riesgo Climático y Sistemas de Alerta Temprana. Asimismo, Francia ha realizado una contribución financiera a las actividades del programa Alertas Tempranas para Todos del secretario general de las Naciones Unidas.

Francia moviliza igualmente todos sus instrumentos bilaterales para responder al desafío de las pérdidas y daños. La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) invierte, cada año, varios cientos de millones de euros en la financiación de programas de gestión y reducción del riesgo de desastres. Cumpliendo con el compromiso adoptado por el presidente de la República en junio, durante la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, la AFD propondrá, a partir de 2024, cláusulas que permitirán a 26 países particularmente vulnerables suspender el reembolso de su deuda en caso de catástrofes climáticas.

No obstante, por muy importante que sea el esfuerzo realizado por Francia y el resto de los países desarrollados, en particular europeos, no alcanzará, por sí solo, para cubrir todas las necesidades, que, además, siguen creciendo. El conjunto de la comunidad internacional debe continuar movilizándose y admitir que la línea divisoria, establecida en 1992, entre los países que tienen la responsabilidad de prestar un apoyo financiero y el resto de los países ha quedado hoy obsoleta y debe ser superada por un compromiso fuerte por parte de los grandes países emergentes. En este contexto, Francia felicita enérgicamente a los Emiratos Árabes Unidos por su contribución en favor de los países más vulnerables y anima a todos los países que pueden hacerlo a imitar este esfuerzo.

Esta ampliación de las fuentes de financiación, ya sea proveniente de cualquier país o institución en condiciones de contribuir o gracias a mecanismos innovadores, forma parte de las prioridades que Francia ha defendido en el comité de transición y que continuará defendiendo en las instancias de gobernanza del nuevo fondo de pérdidas y daños. Asimismo, en los futuros debates en el nuevo consejo para estructurar e implementar este fondo, la buena gobernanza y la priorización de las financiaciones en favor de los países más vulnerables constituirán nuestra brújula y condicionarán, por este motivo, nuestro calendario de contribuciones. En efecto, la concentración de los recursos en los países y las poblaciones más vulnerables es un principio firme y constante de la política de desarrollo francesa, consolidado por el objetivo fijado por el presidente de la República de destinar la mitad de las financiaciones francesas bilaterales a los países menos adelantados. Para los países de ingresos medios que lo necesiten, promovemos, en los bancos multilaterales de desarrollo, un marco que define un uso preciso y comedido de la concesionalidad para la financiación de los bienes públicos mundiales. Este marco permitirá, en particular, contribuir a la transición energética de estos países.

Francia forma parte de los principales proveedores de financiación para el clima, con un marcado acento en favor de los proyectos de adaptación al cambio climático, que son preponderantes en los países más pobres. En 2022, Francia proporcionó 7600 millones de euros de financiación para el clima en los países en desarrollo, de los cuales 2600 fueron destinados a la adaptación. Asimismo, Francia acaba de anunciar una contribución de 1610 millones de euros para la segunda reposición del Fondo Verde para el Clima (2024-2027). Este esfuerzo excepcional traduce el compromiso adoptado por el presidente de la República Francesa en 2020 de destinar 6000 millones de euros a la financiación para el clima cada año —y al menos un tercio de dicho monto a la adaptación—.

BRUNO LE MAIRE, ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital, ha declarado: «La emergencia climática nos obliga a proteger a los más vulnerables y a movilizar todas las fuentes de financiación disponibles. A este respecto, celebro la contribución financiera anunciada por los Emiratos Árabes Unidos, que supone un paso importante en la ampliación de la solidaridad internacional, e invito a todas las grandes economías a que se unan a nosotros en este esfuerzo colectivo. La movilización de todas las fuentes de financiación, mediante financiaciones públicas o mecanismos innovadores, genera también un efecto de palanca en las financiaciones privadas. En este sentido, la Cumbre de París por los Pueblos y el Planeta, organizada por el presidente de la República, ha abierto y acelerado varias iniciativas prometedoras. Celebro, a este respecto, el lanzamiento que ha tenido lugar hoy, junto a Kenia, de un equipo especial que trabajará en el ámbito de la fiscalidad internacional para amplificar la financiación del desarrollo y de la acción climática»

CATHERINE COLONNA, ministra para Europa y de Asuntos Exteriores, ha declarado: «Francia está a la altura de la emergencia y cumple en el plano de la solidaridad. La Unión Europea fue la fuerza impulsora, en la COP27, para lograr un consenso sobre la cuestión de la respuesta a las pérdidas y los daños. Francia y sus socios europeos están, aún hoy, entre los primeros en dar una respuesta a la altura de las circunstancias, movilizando un mosaico de soluciones. Nuestra lucha continúa siendo, ante todo, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La COP28 ha comenzado con un acto enérgico en favor de los más vulnerables frente a las consecuencias del calentamiento global y debe necesariamente concluir con un aumento masivo de nuestras acciones colectivas para corregir la trayectoria climática»

AGNES PANNIER-RUNACHER, ministra de Transición Energética, ha declarado: «Frente al cambio climático, es nuestro deber concentrar nuestros esfuerzos de solidaridad en los países que más lo necesitan. Francia y sus socios europeos están a la altura para que esta COP implemente un mosaico de soluciones para responder a las pérdidas y daños en los países vulnerables, en una muestra de solidaridad internacional. Solamente juntos podremos responder a la crisis climática. Estas contribuciones permitirán lanzar el fondo de pérdidas y daños. Nuestras acciones se inscriben en una continuidad lógica con el Pacto de París por los Pueblos y el Planeta, impulsado por el presidente de la República el pasado mes de junio, que tiene como objetivo conciliar la lucha contra el cambio climático y la lucha contra la pobreza y restaurar la confianza entre los países ricos y los países pobres. Para la COP28, todo el trabajo queda por hacer: ahora debemos lograr ponernos de acuerdo en torno a una decisión, a la altura de las circunstancias, sobre el abandono de las energías fósiles»

CHRYSOULA ZACHAROPOULOU, secretaria de Estado de Desarrollo, Francofonía y Colaboración Internacional dependiente de la ministra para Europa y de Asuntos Exteriores, concluye: «Además de estos considerables progresos financieros, en ocasiones difíciles de percibir para las poblaciones que ya viven, día a día, la emergencia climática, como lo he podido constatar en Vanuatu, aplicamos una “diplomacia de soluciones”, con resultados muy concretos para nuestros socios. En el norte de India, ayudamos a crear una unidad de rescate de élite para hacer frente a las inundaciones vinculadas con el derretimiento de los glaciares; en Perú, acompañamos al gobierno para implementar un plan de lucha contra El Niño, y, en Mozambique, Météo France pone a disposición de la agencia meteorológica nacional su saber hacer para predecir mejor los ciclones. Frente al desafío de las pérdidas y daños, las soluciones que ofrecemos cambian las cosas y responden a las necesidades inmediatas»