Israel/Territorios Palestinos: 9 elementos para entender la posición de Francia

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Francia considera que el conflicto solo se podrá resolver mediante la creación de un Estado palestino independiente, viable y democrático, que viva en paz y seguridad junto a Israel.

¿A quién apoya Francia?

Francia es amiga de los israelíes y de los palestinos.

Francia comparte con Israel unos lazos históricos, culturales y humanos fuertes. Fue uno de los primeros países en reconocer el nuevo Estado y en establecer relaciones diplomáticas con él, ya en 1949. Desde hace unos 70 años, defiende el derecho de Israel a existir, a vivir en seguridad y su plena pertenencia a la comunidad de naciones soberanas. La relación bilateral franco-israelí también se nutre de la presencia en Israel de una comunidad francesa y francófona importante y de la presencia en Francia de la primera comunidad judía de Europa.

Francia también es amiga de los palestinos y apoya la creación de un Estado palestino, que viva con fronteras seguras y reconocidas, en seguridad junto a Israel, y con Jerusalén como capital de ambos Estados. El 22 de noviembre de 1974, Francia votó a favor del reconocimiento de la OLP en la ONU como miembro observador, reafirmando los derechos inalienables del pueblo palestino. François Mitterrand fue el primer presidente francés en expresar ante la Knéset, en 1982, el objetivo de la creación de un Estado palestino. En 2010, Francia aumentó el estatus de la Delegación General de Palestina en Francia, que se convirtió en la Misión de Palestina, dirigida por un embajador. Votó a favor de conceder el estatus de observador no miembro en las Naciones Unidas en noviembre de 2012 y de izar la bandera palestina en la ONU en septiembre de 2015.

Francia está del lado del derecho internacional.

Francia llama a respetar el derecho internacional, en especial las resoluciones oportunas de las Naciones Unidas. Francia promueve una solución con dos Estados (resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas), una solución justa para los refugiados (resolución 194 de la Asamblea General de las Naciones Unidas), el fin de la ocupación israelí (resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas) y la preservación del estatuto de Jerusalén (resoluciones 476 y 478 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas). Partiendo de esta base, Francia anima a cada una de las partes a reafirmar su compromiso en favor de una solución negociada y de la solución de los dos Estados.

La implantación de colonias israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este constituye una apropiación ilegal de tierras que deberían ser objeto de negociaciones de paz entre las partes en base a las fronteras de 1967. La colonización es ilegal a tenor del derecho internacional (especialmente a tenor de la IV Convención de Ginebra y de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas), constituye una amenaza para la viabilidad de la solución de los dos Estados y un obstáculo para una paz justa y duradera. La resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada casi por unanimidad por los Estados miembros el 23 de diciembre de 2016, llama al cese inmediato y completo de la colonización y exhorta a los Estados a hacer una distinción entre el territorio del Estado de Israel y los territorios ocupados desde 1967.

En este contexto, Francia condena periódicamente la política de colonización, que, entre otras cosas, se tradujo en 2017 en la aprobación de la construcción de 10 000 viviendas más, que representa el triple comparando el año anterior. Por otra parte, desde los Acuerdos de Oslo la población se ha multiplicado por seis en las colonias israelíes. El 10 de diciembre de 2017, el presidente de la República Francesa pidió gestos valientes al primer ministro israelí, en particular la interrupción de la colonización.

Ante la aceleración de la colonización, se han tomado medidas concretas a escala europea, entre ellas aquellas que consisten en tratar de manera diferenciada al territorio de Israel y a las colonias. El etiquetado de los productos de las colonias israelíes, explicado en la nota interpretativa de la Unión Europea de noviembre de 2015, se enmarca en esta lógica.

Francia también llama a Israel a respetar plenamente el derecho internacional humanitario, aplicable en los Territorios Palestinos, y a dar muestra de un «uso proporcionado de la fuerza».

Francia, comprometida en favor de la estabilidad de la región.

Con la mayor firmeza, Francia condena todos los actos de violencia y terrorismo y llama a todas las partes a combatir cualquier forma de incitación al odio. Junto a sus socios europeos, ha logrado varias veces que todas las partes se abstengan de cometer acciones que podrían haber agravado la situación, a través de la incitación o la provocación, y les ha pedido que condenen cualquier atentado que pueda cometerse y respeten estrictamente los principios de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza.

Está indefectiblemente apegada a la seguridad de Israel; se trata de un principio cardinal de su política en la región.

¿Qué solución defiende Francia?

Francia considera que el conflicto solo se podrá resolver mediante la creación de un Estado palestino independiente, viable y democrático, que viva en paz y seguridad junto a Israel.

La solución de los dos Estados es la única que puede responder a las legítimas aspiraciones a la seguridad, la independencia, el reconocimiento y la dignidad de israelíes y palestinos. Desde esta perspectiva, junto con sus socios europeos, Francia ha definido los parámetros que deben gobernar la resolución del conflicto:

• unas fronteras basadas en las de 1967, con un intercambio acordado de territorios equivalentes;

• unos acuerdos de seguridad que preserven la soberanía del futuro Estado palestino y que garanticen la seguridad de Israel;

• una solución justa, equitativa y acordada al problema de los refugiados;
• un acuerdo que haga de Jerusalén la capital de ambos Estados.
Con este espíritu, Francia celebró la Iniciativa Árabe de Paz de 2002 al igual que su reciente reafirmación.

Francia considera que Jerusalén debe convertirse en la capital de ambos Estados, de Israel y del futuro Estado de Palestina.

Desde 1967 y la conquista de la parte oriental de la ciudad por Israel durante la guerra de los Seis Días, Jerusalén está controlada íntegramente por Israel. Hasta que no se llegue a una solución negociada al conflicto y en virtud de la legalidad internacional, Francia no reconoce ninguna soberanía sobre Jerusalén.

La cuestión del estatuto de Jerusalén deberá resolverse en el contexto de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, cuyo objetivo es, en particular, el establecimiento de dos Estados, uno israelí e uno palestino, viviendo uno junto al otro en paz y seguridad, con Jerusalén como capital de ambos Estados.

Hasta que no se llegue a una solución negociada al conflicto y en virtud del derecho internacional, en especial de la resolución 478 (1980) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Francia, al igual que el conjunto de la comunidad internacional, no reconoce ninguna soberanía sobre Jerusalén. Tras la resolución, todas las embajadas que había en Jerusalén se retiraron. Por ello, el presidente de la República Francesa declaró que no aprobaba la decisión del presidente estadounidense, que iba a trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.

Francia hace un llamamiento a que se rebaje la tensión y en especial a que se respete el statu quo en los Lugares Sagrados. Cualquier cuestionamiento del statu quo conllevaría un riesgo de desestabilización importante.

¿Qué acciones lleva a cabo Francia?

Francia brinda ayuda de urgencia ante la situación humanitaria en los Territorios Palestinos.

Francia permanece especialmente atenta a la cuestión de las condiciones de vida de los palestinos, indisociable de la de la solución del conflicto.

El ámbito del agua y el saneamiento es una de las prioridades de la cooperación bilateral francesa con los Territorios Palestinos y el área de intervención principal de la Agencia Francesa de Desarrollo. En los últimos veinte años, la AFD ha financiado trece proyectos de abastecimiento de agua y saneamiento en los Territorios Palestinos, por un total de unos 106 millones de euros (sin tener en cuenta la financiación delegada a la agencia por los socios financieros). Según los cálculos de Francia, los proyectos han permitido dar acceso al agua o mejorar la calidad del servicio de agua potable para beneficio de 800 000 personas.

Francia está plenamente comprometida ayudando a la población gazatí desde muchos ámbitos (ayuda alimentaria, formación profesional, sanidad) y con la presencia del Instituto Francés de Gaza, el único centro extranjero ubicado en la Franja.

Francia y la Unión Europea también están movilizadas en Cisjordania, en especial en la zona C y en Jerusalén Este, ante las expulsiones y las demoliciones resultantes de la política de colonización israelí, que pesan sobre la vida diaria de los palestinos y sobre las perspectivas de desarrollo económico. En 2017 se demolieron o expropiaron 423 estructuras palestinas, lo que se saldó con 664 palestinos desplazados.

Francia reitera su confianza a todas las organizaciones internacionales cuya acción permite que la cuestión israelo-palestina vaya avanzando, en especial al UNRWA, que desempeña un papel necesario y fundamental para ayudar a más de 5 millones de refugiados palestinos.

Francia aporta su ayuda a la creación de un Estado palestino independiente, viable y soberano.

Francia acompaña a la Autoridad Palestina en la vía del establecimiento de un futuro Estado palestino y de instituciones fuertes y democráticas, mediante una cooperación densa, en especial en los ámbitos institucional, económico, cultural y universitario.

También concurren en este esfuerzo antiguas relaciones de cooperación descentralizada entre Francia (70 entidades territoriales francesas) y los palestinos.

Las entidades territoriales francesas movilizan casi 3 millones de euros anuales para proyectos en los Territorios Palestinos, a los que se deben sumar alrededor de 5 millones de euros anuales de ayuda oficial al desarrollo de Francia a las entidades locales palestinas, en particular a través de la Agencia Francesa de Desarrollo. En total, a través de estos distintos canales, el esfuerzo anual de Francia en beneficio de las entidades palestinas asciende a unos 8 millones de euros.

Francia también contribuye al desarrollo económico palestino y, en especial, al sector privado (zona industrial de Belén). Dedica sumas considerables a la ayuda a los Territorios Palestinos (más de 500 millones de euros para el periodo 2008-2017 y el mantenimiento de la ayuda presupuestaria a la Autoridad Palestina de 16 millones de euros en 2017), de las cuales una tercera parte va en beneficio de Gaza. Palestina sigue siendo la primera beneficiaria de la ayuda presupuestaria francesa.

Francia apoya la reconciliación entre palestinos.

Francia ha recibido con interés el acuerdo alcanzado entre Fatá y Hamás el 12 de octubre de 2018, en El Cairo, bajo los auspicios de Egipto. Desea que se siga aplicando el acuerdo permitiendo así que la Autoridad Palestina ejerza plenamente sus prerrogativas en la Franja de Gaza, también en lo que se refiere a la seguridad.

Para mejorar las condiciones de vida de la población de Gaza, primera víctima del bloqueo, y garantizar la seguridad de este territorio y sus fronteras, también resulta urgente la reconciliación entre palestinos, que es imprescindible para volver a crear un horizonte político.

Por otra parte, Francia recuerda la necesidad de que Hamás, que figura en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea, responda a las expectativas de la comunidad internacional, que son bien conocidas, y reconozca el Estado de Israel y los acuerdos pasados y renuncie a la violencia.

Francia está dispuesta a participar plenamente en el reimpulso de un proceso político creíble.

Es el sentido de los esfuerzos que se iniciaron en la conferencia del 15 de enero de 2017 en París, que reunieron a más de 70 Estados, y que deben mantenerse.
Al recibir al presidente de la Autoridad Palestina y al primer ministro israelí en julio y en diciembre de 2017, el presidente de la República Francesa reafirmó que Francia estaba dispuesta a apoyar cualquier iniciativa cuyo marco fuera el del derecho internacional, cuyo método, el de la negociación entre israelíes y palestinos, y cuyo objetivo, el de los dos Estados, viviendo en paz y seguridad, con fronteras seguras y reconocidas, con Jerusalén como capital de ambos Estados. También confirmó que Francia mantenía un contacto estrecho con cada una de las partes, la israelí y la palestina, para que se trabaje por la preservación de la posibilidad de los dos Estados en el terreno y por la reanudación de las negociaciones. Por último, animó a toda la comunidad internacional a participar con este mismo objetivo para reimpulsar una nueva dinámica de paz. Los actores internacionales, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y los socios europeos y regionales tienen un papel que desempeñar en el restablecimiento de un horizonte político.

Actualización: agosto de 2020