Estados Unidos – Entrevistas de Jean-Yves Le Drian en Washington (14 de julio de 2021)

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Durante mi visita a Washington los días 13 y 14 de julio, me he entrevistado con mi homólogo, el secretario de Estado, Antony Blinken, así como con el consejero de Seguridad Nacional del presidente Biden, Jake Sullivan. También conversé con varios representantes del Senado de Estados Unidos.

Todas mis conversaciones han confirmado el espíritu constructivo y de confianza en el que se inscribe la relación entre Francia y Estados Unidos, en consonancia con los intercambios entre el presidente de la República Francesa y el presidente Biden, paralelos a las recientes cumbres del G7 y de la OTAN y a la visita a París, el pasado 25 de junio, del secretario de Estado estadounidense. En este sentido, me congratulo de la positiva postura adoptada por la administración estadounidense respecto a una relación transatlántica reequilibrada, una cooperación estrecha con la Unión Europea y la continuación necesaria del refuerzo de capacidades y de la acción europea para contribuir a la solidez de la Alianza Atlántica.

He podido constatar la profundización de nuestra relación bilateral a todos los niveles: económico, cultural y humano. En este contexto, he destacado la importancia de llevar a cabo un trabajo en profundidad para definir las condiciones de una rápida reapertura de las fronteras entre Europa y Estados Unidos, ante las numerosas dificultades que sigue planteando el llamado «travel ban» (prohibición de viajar) establecido por la administración Trump en marzo de 2020. En el ámbito económico, hemos acordado constituir un grupo de trabajo bilateral sobre energía, en particular sobre la energía nuclear civil, que estará codirigido por los ministerios de Asuntos Exteriores y los de Energía de ambos países.

Con el secretario de Estado he hablado de la necesidad de proseguir con la desescalada transatlántica iniciada en el ámbito comercial, tras la decisión europea del pasado junio de suspender la aplicación del segundo tramo de medidas de reequilibrio sobre el acero y el aluminio. Tras la reciente Cumbre del G7 y la reunión ministerial del G20, hemos hablado también de la intensificación de nuestros esfuerzos conjuntos en la lucha contra el cambio climático y de la estrecha coordinación internacional, necesaria para seguir haciendo frente a la pandemia de la COVID-19, en particular, de cara a una reforma exigente de la Organización Mundial de la Salud. Sobre el clima y la biodiversidad, hablé de la preparación de las importantes citas que tenemos en el segundo semestre de 2021: el Congreso Mundial de la Naturaleza, que se celebrará el próximo mes de septiembre en Francia, la Conferencia de los Estados Partes del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Glasgow. Para estas tres citas, hemos acordado establecer una estrecha coordinación con el fin de aumentar el nivel de ambición colectiva de la comunidad internacional.

En línea con las decisiones adoptadas durante la Cumbre de la OTAN del 14 de junio, recordé la necesidad de asumir una postura firme respecto a Rusia y de mantener un diálogo que haga posible una relación estable y predecible con este país. En este contexto, hemos acordado mantener una estrecha coordinación, en particular en el marco de la OTAN, sobre el tema del control de armamentos y la estabilidad estratégica, todo ello con el fin de preparar las próximas etapas del diálogo con Rusia. También hice referencia al compromiso inquebrantable de Francia para resolver la crisis en Ucrania, dentro del formato Normandía, y para propiciar un diálogo inclusivo en Bielorrusia, frente a cuyas actuaciones mantendremos una posición europea de gran firmeza. Asimismo, recordé nuestra acción conjunta, en calidad de copresidentes del Grupo de Minsk, en favor de una paz duradera entre Armenia y Azerbaiyán.

Asimismo, hemos conversado detenidamente sobre nuestra coordinación en relación con los problemas en la región del Indopacífico, que debe seguir siendo un espacio libre y abierto. Ello implica —y Francia trabaja activamente en ello junto a sus vecinos y sus socios en la región— un enfoque equilibrado respecto a China. Hemos abordado con naturalidad la cuestión —estructurante a partir de ahora— de la definición de dicho equilibrio. Coincidimos en la necesidad de coordinarnos para elaborar, en los foros adecuados, empezando por el marco Unión Europea-Estados Unidos, un enfoque lúcido y pragmático, en consonancia con lo que representa China para nosotros, a un lado y a otro del Atlántico: un socio, un competidor y un rival sistémico a la par. Sobre este asunto, hemos acordado intensificar nuestros intercambios.

También tuve la ocasión de hablar con mis interlocutores estadounidenses de la estrecha coordinación que existe entre nuestros dos países con respecto a las crisis internacionales.

En el Sahel, he confirmado el compromiso de Francia de proseguir con la confiable cooperación a nivel político y militar que existe entre nuestros dos países en la lucha contra el terrorismo, en el contexto de la profunda transformación del dispositivo de la Coalición Internacional por el Sahel que vamos a poner en marcha junto a todos nuestros socios de la Coalición.

Hemos hablado de Etiopía, donde la situación en la región de Tigray es especialmente preocupante. Es imperativo que el alto el fuego se consolide y que la ayuda humanitaria llegue rápidamente a la población, ya que estamos ante una situación de emergencia. Por lo demás, tras las elecciones generales que dieron la victoria al primer ministro Abiy Ahmed, esperamos que pueda abrirse una nueva fase de diálogo interno dentro del respeto a la unidad y a la integridad del país.

También he subrayado nuestra enorme preocupación sobre la situación en Haití y sobre la necesidad de una movilización internacional fuerte, inclusive del Consejo de Seguridad de la ONU, para evitar el empeoramiento de la crisis en la que se encuentra hoy el país.

Sobre El Líbano, he acordado con el secretario de Estado seguir coordinando muy estrechamente nuestra acción en favor de la formación de un gobierno capaz de llevar a cabo las reformas que consideramos indispensables para sacar a este país de la crisis política, económica y humanitaria en la que se encuentra. En este sentido, Francia y Estados Unidos coordinarán medidas de presión dirigidas contra los responsables de este bloqueo, como complemento de las decisiones adoptadas por el Consejo de Asuntos Exteriores del 12 de julio. Juntos, actuaremos para movilizar a nuestros socios regionales y apoyar estos esfuerzos, a raíz del viaje conjunto de las embajadoras de Francia y Estados Unidos a Riad el pasado 8 de julio.

Sobre la cuestión iraní, he constatado la plena convergencia de posturas en favor de la conclusión rápida y satisfactoria de las negociaciones para reanudar la plena aplicación del Acuerdo de Viena, y garante de los beneficios derivados de la no proliferación que se esperan de dicho acuerdo, todo ello en el contexto de una creciente preocupación compartida por las recientes iniciativas llevadas a cabo por Irán sobre el terreno.

Sobre Irak, he recalcado nuestra preocupación por el recrudecimiento de los ataques emprendidos contra las bases de la Coalición contra el Dáesh y he insistido en la importancia de trabajar junto a Irak en la búsqueda de los medios necesarios para facilitar una desescalada de las tensiones, al tiempo que prosigue nuestra lucha contra el Dáesh, tal y como reafirmaron en Roma, el pasado 28 de junio, los ministros de la Coalición.