COVID-19: la ayuda a África

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Pese a haber aparecido más tarde que en otros lugares, la COVID-19 afecta actualmente a todos los países africanos.

Francia ha actuado desde el inicio de la pandemia para apoyar a los países más vulnerables y promover una respuesta común en los foros multilaterales. En particular, ha movilizado más de 1 600 millones de euros para la lucha contra la pandemia en los países más vulnerables, que en su gran mayoría están en África.

Un virus con consecuencias sanitarias, económicas y sociales en todos los países africanos

A fecha de 9 de febrero de 2021, el continente africano contaba con más de 3,5 millones de casos confirmados de COVID-19 y 91 524 fallecidos, lo que supone un aumento del 167 % del número de muertes desde finales de septiembre de 2020, a saber, 34 300 muertes. Tras esta tendencia al alza, actualmente se observa un descenso en el número de casos, en un momento en el que cada vez más países tratan de reponerse de una segunda ola de casos.

No obstante, las medidas de respuesta sanitaria frente a la crisis, en particular las de confinamiento general, han tenido graves consecuencias:

  • La desestabilización de los sistemas de salud, ya de por sí frágiles en la mayoría de los países africanos, que pone en peligro el acceso de la población a los servicios de salud primaria. Según la OMS, el 90 % de los países ha experimentado una interrupción de los servicios de salud básicos, como el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades no transmisibles, la planificación familiar y la contracepción, el tratamiento de los trastornos mentales o del cáncer o los programas de vacunación obligatoria.
  • El riesgo de desescolarización masiva ligada a la interrupción del aprendizaje debido a las medidas de confinamiento. Según un estudio de la UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial, el cierre de las escuelas ha provocado la interrupción del aprendizaje para cientos de millones de alumnos, muchos de los cuales no han vuelto aún a las clases. Las niñas y las adolescentes son las principales víctimas de esta situación, todo ello teniendo en cuenta que las soluciones de aprendizaje a distancia no son una opción para al menos 580 millones de alumnos en los países de ingresos medios y bajos.
  • El temor a un aumento considerable de la pobreza y la inseguridad alimentaria. Se estima que, a nivel mundial, la pandemia de la COVID-19 podría provocar un aumento del número de personas que sufren desnutrición de 690 a 820 millones.

Apoyar a África en cuatro ámbitos importantes: sanitario, humanitario, económico y científico

Para hacer frente a la pandemia, Francia ha desarrollado una estrategia en torno a cuatro ejes, ejecutada con financiación bilateral, europea y multilateral.

La ayuda sanitaria

ACT-A: la iniciativa multilateral global promovida por Francia

La iniciativa para acelerar el acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Access to COVID-19 Tools Accelerator, ACT-A) fue lanzada el 24 de abril de 2020 a propuesta del presidente de la República Francesa. Su objetivo es favorecer el desarrollo, la producción y el acceso equitativo y universal a los test, los diagnósticos, los tratamientos y las vacunas contra la COVID-19, además de reforzar los sistemas sanitarios.

La iniciativa «ACT Accelerator» prevé proporcionar de aquí a finales de 2021:

  • 2 000 millones de dosis de vacunas para 92 países de ingresos bajos y medios, a través del mecanismo COVAX;
  • al menos 245 millones de tratamientos y 500 millones de test para países de ingresos bajos y medios.

Francia apoya la iniciativa ACT-A y sus diferentes pilares con 510 millones de euros, de los cuales 50 millones se destinan a la OMS, organismo que garantiza la coordinación y aporta su legitimidad y su experiencia. Francia aboga además por que la vacuna sea declarada un bien público mundial, con el propósito de que sea accesible para todos en los países más pobres, tanto en términos de precio como de cantidad.

Francia defiende la Carta para el acceso equitativo a las pruebas de diagnóstico, los tratamientos y las vacunas contra la COVID-19 que fue adoptada el 9 de febrero de 2021 por los miembros del Consejo de Facilitación de ACT-A.

Asimismo, contribuye directamente al objetivo de las vacunas a través de:

  • los 400 millones de euros de ayuda de la Unión Europea al mecanismo COVAX;
  • una aportación de 100 millones de euros a GAVI (una vez desarrollada la vacuna), anunciada por el presidente de la República Francesa.

Los grandes fondos multilaterales en materia de salud

Francia proporciona un importante apoyo financiero a fondos multilaterales como el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la Alianza para las Vacunas GAVI, el fondo francés Muskoka y Unitaid, todos ellos movilizados en la lucha contra la pandemia en los países en desarrollo, en particular del África Subsahariana. Gracias a estas iniciativas se ha puesto a disposición una financiación de desembolso rápido para dar respuesta a las primeras necesidades identificadas.

La asistencia humanitaria

La pandemia afecta especialmente a las poblaciones más frágiles. El acceso de estas a los medios de subsistencia, a la alimentación y a la atención primaria de salud es una prioridad. La acción francesa se concentra en las zonas donde ya existía una crisis humanitaria que se ha visto agravada por las consecuencias de la pandemia. Se está prestando especial atención a las mujeres y a su salud a través de un apoyo reforzado a la atención primaria de salud sexual, reproductiva, materna e infantil.

Los proyectos financiados los llevan a cabo agentes humanitarios, ONG y organizaciones internacionales. En lo que respecta al componente de «lucha contra la pandemia», se trata de:

  • programas de prevención y control de la infección;
  • refuerzo de capacidades para la detección y el tratamiento de los casos;
  • programas de acceso al agua para propiciar el cumplimiento de las medidas de higiene.

En lo que se refiere al aspecto socioeconómico, estos proyectos se centran en:

  • el acceso a la alimentación y a los programas de nutrición;
  • la respuesta multisectorial para los grupos de población más vulnerables;
  • la resiliencia y el desarrollo de los medios de subsistencia.

En un momento en que la circulación de bienes y personas se ha visto reducida drásticamente debido a la pandemia, el acceso a las poblaciones más vulnerables es fundamental para los agentes humanitarios. En esta línea, Francia participó junto a la Unión Europea en la creación de un puente aéreo humanitario en mayo de 2020. En la actualidad, sigue trabajando en favor de la asistencia humanitaria gracias a su red diplomática y de cooperación, así como a través de agencias internacionales, en particular el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Concretamente, la asistencia humanitaria francesa consiste en:

  • Ayuda alimentaria y nutricional de emergencia. Francia ha tenido en cuenta la crisis sanitaria y sus consecuencias en el marco de su dispositivo de Ayuda Alimentaria Programada (AAP), en particular en África. En 2020, aproximadamente el 63 % de los fondos de la AAP se asignaron a países del África Subsahariana, en total más de 32 millones de euros. Una parte de los fondos se atribuyó al PMA, principal operador de esta ayuda, con arreglo a un procedimiento excepcional de emergencia destinado a tomar en consideración las consecuencias de la crisis sanitaria en África Occidental y en el Sahel y a prevenir el agravamiento de las crisis alimentarias.
  • Financiación de proyectos humanitarios para prevenir la epidemia o responder a sus consecuencias en las poblaciones más vulnerables (a través del Centro de Gestión de Crisis y Apoyo). Estos proyectos ejecutados por ONG se llevan a cabo en 10 países africanos y ascienden a un total de 15 millones de euros de los que 10 millones proceden de fondos excepcionales destinados a hacer frente rápidamente a las consecuencias humanitarias de la pandemia en África.
  • Un puente aéreo humanitario creado por la UE para afrontar los desafíos logísticos de la prestación de ayuda humanitaria a zonas en crisis. En este marco, Francia ha contribuido con una decena de vuelos con destino a 6 países (Burkina Faso, Haití, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán y Sudán del Sur).
  • El envío de ayuda en especie (equipos de protección individual y de oxigenoterapia) para estructuras nacionales de salud en más de una veintena de países de todo el mundo, entre ellos, las Comoras, Gabón, Mauritania, la República Democrática del Congo, Sudáfrica y Yibuti.
  • La movilización de recursos del Ministerio para Europa y de Asuntos Exteriores (MEAE) gracias a reasignaciones del Fondo Humanitario de Emergencia (16 millones de euros) y del Fondo de Solidaridad para proyectos innovadores, sociedades civiles, francofonía y desarrollo humano (FSPI). A modo de ejemplo, este dispositivo permite, en colaboración con la OMS (1 millón de euros para el periodo 2020-2021), financiar las medidas de refuerzo de los planes nacionales de salud pública en la lucha contra la pandemia de la COVID-19 en Burkina Faso y Mali.
  • El apoyo a través del PMA al Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas (UNHAS) en Burkina Faso y República Centroafricana.

La ayuda económica

Francia ha respaldado la movilización de las instituciones financieras internacionales (Fondo Monetario Internacional, FMI, y Banco Mundial) en favor de las economías más vulnerables, especialmente en África. En concreto, ha apoyado los esfuerzos del FMI para aumentar sus programas actuales, asignar fondos de emergencia y conceder la anulación de la deuda, en particular a través del Instrumento de Financiamiento Rápido, el Servicio de Crédito Rápido (destinado a los países más pobres) y el Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes.

La movilización del Banco Mundial, alentada por Francia, permitió crear en marzo de 2020 un dispositivo COVID-19 dotado con 14 000 millones de dólares para asistir a los países clientes en su respuesta inmediata a la crisis sanitaria (adquisición de equipos médicos, refuerzo de infraestructuras sanitarias, apoyo para el diseño de políticas públicas, etc.). A principios de septiembre de 2020 se habían validado ya 84 proyectos por un importe total de 4 000 millones de dólares.

La ayuda a la investigación: apoyo a la cooperación científica en el ámbito de la epidemiología, la investigación médica y las ciencias sociales

Este componente de la ayuda francesa respalda la colaboración científica entre organismos franceses y africanos, reforzando las asociaciones existentes y aportando más recursos a la investigación en el continente. Gracias a las subvenciones del MEAE y de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), a día de hoy, la contribución asciende a casi 18 millones de euros para la investigación y la cooperación científica en el marco de la lucha contra la COVID-19.

Los trabajos los llevan a cabo las redes de Institutos Pasteur, del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), de la Fundación Mérieux y del consorcio de equipos y laboratorios de investigación denominado REACTing, todo ello en colaboración con las universidades y otros organismos de investigación como la Agencia Nacional de Investigación sobre el sida y las hepatitis virales (ANRS).

Globalmente, los proyectos tienen como objetivo:

  • una mejor vigilancia epidemiológica;
  • un estudio de los factores que contribuyen a la aparición de nuevas enfermedades transmisibles por los animales al ser humano;
  • la elaboración de diagnósticos, tratamientos y vacunas;
  • el análisis de los fenómenos sociales que pueden influir en la evolución de la pandemia, con el objetivo de asesorar a los responsables públicos de la toma de decisiones.

Adaptar la ayuda bilateral francesa a los desafíos de la lucha contra la COVID-19

Con el fin de adaptar su ayuda oficial al desarrollo (AOD) a los desafíos y a la emergencia planteada por la pandemia, Francia ha decidido reorientar una parte de esa ayuda a la lucha contra la propagación de la COVID-19 en los países más vulnerables. En total se han movilizado 1 200 millones de euros a través del programa «Salud en común» ejecutado por la AFD.

La estrategia comprende varios aspectos:

  • el refuerzo de las redes regionales de vigilancia epidemiológica;
  • la financiación de planes nacionales de respuesta a la COVID-19 en los países africanos;
  • el respaldo a los principales actores franceses implicados en la respuesta a la COVID-19 (ONG, fundaciones, redes, organismos de investigación, etc.).

Más información en el sitio web en español de la AFD

Francia se moviliza también para apoyar a las empresas africanas frente a la crisis, así como a las empresas francesas presentes en África que prestan su asistencia en la lucha contra la pandemia.

Las redes de investigación apoyadas por Francia

La red de actores públicos de investigación franceses implantados en África se ha movilizado rápidamente con el objetivo de dar apoyo a la investigación africana sobre la COVID-19, en estrecha colaboración con los hospitales y los institutos de investigación locales, entre ellos, los de la red de Institutos Pasteur en África.

La coordinación entre los actores de la investigación se organiza:

  • El Instituto Pasteur lanzó en enero de 2020 un grupo de trabajo «Coronavirus» para coordinar sus investigaciones sobre la infección provocada por el nuevo coronavirus. Desde el inicio de la crisis, esta fundación privada reconocida de utilidad pública ha invertido cerca de 2,5 millones de euros de fondos propios para apoyar a la red internacional de Institutos Pasteur y enviar a investigadores en misión al continente africano.
  • Se ha concedido una subvención de 2 millones de euros al Instituto Pasteur para financiar el programa REPAIR de certificación de test COVID en África. Coordinado por el Instituto Pasteur de Dakar, dicho proyecto moviliza a los 10 Institutos Pasteur africanos en torno a un objetivo común: dar respuesta a la pandemia en el continente.
  • A las iniciativas del Instituto Pasteur se añade el programa RESAOLAB, dirigido por la Fundación Mérieux y financiado por la AFD con 1,5 millones de euros para ayudar a 7 países de África Occidental en cuestiones de diagnóstico del SARS-CoV2.
  • El INSERM y sus socios de la Alianza francesa por las Ciencias de la Vida y de la Salud (AVIESAN) también contribuyen al dispositivo francés a través del programa APHRO-COV financiado a través de la AFD con hasta 1,5 millones de euros y destinado a garantizar un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado y rápido de los casos de COVID-19.
  • El IRD, el CIRAD y la ANRS-MIE también participan en estos esfuerzos a través de proyectos científicos colectivos en un enfoque denominado «One Health». Con una subvención de la AFD de 2 millones de euros, el IRD ha diseñado un proyecto de apoyo a la respuesta africana a la epidemia de COVID-19 (ARIACOV) que permite la formulación y el refuerzo de las estrategias de respuesta a la pandemia en África Occidental y Central.
  • La ANRS-MIE despliega más de 4 millones de euros en el marco de una convocatoria de proyectos en la que participan equipos de investigación en virología, investigación clínica, epidemiología y ciencias sociales y humanas.

Movilización de la comunidad internacional: Francia, entre los principales contribuyentes

En la Unión Europea (UE)

La financiación de la respuesta europea a la crisis sanitaria procede principalmente del Fondo Europeo de Desarrollo (FED), al que Francia ha aportado un total de 5 430 millones de euros para el periodo 2014-2020, y del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Francia enmarca su acción dentro de la iniciativa «Equipo Europa» y respalda la implicación de la Comisión Europea en el mecanismo COVAX (pilar de vacunas de ACT-A), sujeto a un compromiso de 400 millones de euros por parte de la Comisión.

En el G20

Las vulnerabilidades vinculadas a la deuda pública de los países africanos han aumentado considerablemente en los últimos meses en el contexto de la crisis sanitaria.

Francia ha desempeñado un papel clave en las negociaciones que han llevado a la adopción de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (ISSD) por parte del G20 y del Club de París. Ante la urgencia de la crisis, la ISSD pretende dar respuesta a las necesidades inmediatas de liquidez de 73 países pobres (de los cuales, 38 están en África).

  • La primera fase, acordada el 15 de abril de 2020, permite el aplazamiento durante un periodo de 4 años (incluido 1 año de gracia) de los pagos del servicio de la deuda (intereses y principal) adeudados a los acreedores oficiales bilaterales del G20 y del Club de París entre el 1 de mayo y el 31 de diciembre de 2020.
  • El 14 de octubre de 2020 se acordó una segunda fase correspondiente a la ampliación en 6 meses de la iniciativa para un aplazamiento durante 6 años (incluido 1 año de gracia) de los pagos adeudados entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2021. La posibilidad de una segunda ampliación de 6 meses podría decidirse en las asambleas de la primavera de 2021 del FMI y del Banco Mundial, en función de la situación económica y financiera de los países afectados. En 2020, 46 países solicitaron a los miembros del G20 poder acogerse a la primera fase de la iniciativa por un aplazamiento del servicio de la deuda estimado en un total de 5 700 millones de dólares USD.

En respuesta a la necesidad de un enfoque más estructural, los miembros del G20 y del Club de París definieron en noviembre de 2020 un «marco común» para el tratamiento de la deuda de forma coordinada, en un marco multilateral y caso por caso para los países que puedan acogerse a la ISSD. Este marco común fue refrendado por los jefes de Estado y de Gobierno del G20 en la Cumbre celebrada los días 22 y 23 de noviembre de 2020. Se trata de un acuerdo histórico que por primera vez compromete en los mismos términos y condiciones a los miembros del Club de París y a los acreedores emergentes del G20. Francia se comprometerá plenamente con su aplicación efectiva y transparente.

En los fondos multilaterales

Francia figura entre los primeros donantes a los principales instrumentos multilaterales en materia de salud. El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la Alianza para las Vacunas GAVI, el fondo francés Muskoka o Unitaid han reorientado parte de sus programas a la lucha contra la COVID-19 y tienen previsto seguir con sus esfuerzos.

Dentro de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

La OMS desempeña un papel primordial en lo que se refiere a la coordinación de la respuesta internacional frente a la pandemia.

Francia, con una contribución de unos 20 millones de euros al año, es el sexto país contribuyente al presupuesto de la OMS. Francia ha reforzado su apoyo a la organización, primero con un pago de emergencia de 1 millón de euros en el marco del Plan Estratégico de Prevención y Respuesta (SPPR) de la organización y, posteriormente, con una aportación adicional de 50 millones de euros (para el periodo 2020-2021) anunciada durante la Conferencia de Donantes celebrada el 4 de mayo de 2020 en Bruselas.

(Actualización: abril de 2021)