Una Brújula Estratégica para reforzar la seguridad y la defensa de la Unión Europea para 2030

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La Brújula Estratégica, primer libro blanco de la Unión Europea (UE) para la seguridad y la defensa, ha sido aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo Europeo de los días 24 y 25 de marzo de 2022. En un contexto de degradación del entorno estratégico caracterizado por el regreso de la guerra a Europa, la intensificación de la competición entre potencias estatales y la persistencia de las crisis en nuestra vecindad y en el mundo, la UE da un paso más en su política de defensa y seguridad dotándose de los recursos necesarios para enfrentarse a las amenazas y los desafíos actuales y futuros.

¿Por qué se dota la Unión Europea de una Brújula Estratégica?

Respondiendo a los profundos cambios geopolíticos que se están produciendo y a un entorno de seguridad cada vez más deteriorado, la UE se ha dotado de un ambicioso plan de acción para reforzar su política de seguridad y defensa de aquí a 2030.

Fruto de un trabajo emprendido por las instituciones y los Estados miembros en 2020, la Brújula Estratégica se basa en un análisis común de las amenazas y vulnerabilidades a las que los europeos se enfrentan colectivamente. Este ejercicio sin precedentes en la historia de la UE ha contribuido a la emergencia de una cultura estratégica común y al refuerzo de la cohesión de los europeos en materia de defensa y seguridad, en un momento en el que la guerra reaparece en el continente.

Basándose en la interpretación común de nuestro entorno de seguridad, la Brújula Estratégica establece las grandes orientaciones estratégicas y las nuevas iniciativas europeas que implementar para permitir que los europeos defiendan sus intereses y su libertad de actuación allí donde resulte necesario: mares y océanos, espacio aéreo, espacio exoatmosférico, ciberespacio y espacio informativo.

La evolución del entorno estratégico y de seguridad europeo obliga a dar un salto decisivo e incrementar nuestra capacidad de actuación, reforzar nuestra resiliencia e invertir más en nuestras capacidades de defensa, como complemento a los esfuerzos realizados dentro del marco de la OTAN.

El documento recoge acciones concretas con un calendario de implementación preciso para reforzar la capacidad de la UE para actuar con decisión en situaciones de crisis y garantizar la seguridad de los ciudadanos europeos en general.

¿Qué dispone la Brújula Estratégica?

La Brújula cubre todos los aspectos de la Política Europea de Seguridad y Defensa y se articula en torno a cuatro pilares:

1. Actuar
2. Garantizar la seguridad
3. Invertir
4. Trabajar de manera asociativa

1/ «Actuar» para desarrollar la capacidad de actuación de la UE en un mundo cada vez más violento e imprevisible
La UE, para ser capaz de actuar con rapidez con el fin de preservar sus intereses de seguridad, se compromete a:

• crear, de aquí a 2025, una Capacidad de Despliegue Rápido de hasta 5000 militares en cualquier tipo de teatro, también en entornos hostiles;
• tener la capacidad de desplegar una misión civil de la PCSD (política común de seguridad y defensa) con 200 expertos plenamente equipados en un plazo de 30 días, incluso en entornos complejos;
• llevar a cabo periódicamente ejercicios reales en tierra y en el mar;
• aumentar la movilidad militar;
• reforzar las misiones y operaciones civiles y militares de la PCSD, promoviendo un proceso de decisión rápido y más flexible, actuando de manera más firme y garantizando una mayor solidaridad financiera;
• incrementar los recursos de su instrumento extrapresupuestario, el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, para respaldar y equipar a sus socios.

2/ «Garantizar la seguridad» para reforzar la capacidad de protección de los espacios estratégicos comunes y la defensa de los valores, reglas y principios en los que cree la UE

A fin de mejorar su capacidad de anticipación, disuasión y respuesta ante las amenazas y los desafíos actuales, así como defender sus intereses, la UE se compromete a:

• afirmar su papel de proveedor de seguridad en los espacios comunes estratégicos (en los ámbitos espacial, marítimo, cibernético y aéreo);

• elaborar de aquí a 2023 una estrategia espacial europea para la seguridad y la defensa cuya labor empezará bajo la presidencia francesa del Consejo de la UE;

• reforzar su papel como actor en el ámbito de la seguridad marítima basándose en una actualización de la Estrategia de Seguridad Marítima de la UE y prosiguiendo el desarrollo del mecanismo de las presencias marítimas coordinadas (PMC);

• seguir desarrollando el conjunto de instrumentos de ciberdiplomacia y establecer una política de ciberdefensa de la UE para estar mejor preparada y responder mejor ante los ciberataques;

• desarrollar un conjunto de instrumentos y equipos de respuesta, que reunirá diferentes herramientas para detectar una amplia gama de amenazas híbridas y darles respuesta. En particular, acabará añadiéndose un conjunto de instrumentos específicos para luchar contra la manipulación de información y la injerencia por parte de agentes extranjeros. Se podrán desplegar equipos de respuesta rápida para ayudar a los Estados miembros, las misiones y operaciones de la PCSD y a los países socios a luchar contra las amenazas híbridas;

• impulsar sus capacidades de análisis de inteligencia y protección de la información clasificada.

3/ «Invertir» para reforzar la soberanía tecnológica mejorando las capacidades de defensa

En la continuidad de los compromisos de la Cumbre de Versalles, la UE tiene previsto reforzar su capacidad para realizar inversiones y consolidar su base industrial tecnológica de defensa apoyando de forma global la investigación, la innovación en defensa y la adquisición de capacidades. La UE responderá plenamente a las necesidades operacionales y en materia de capacidades actuales y futuras.

4/ «Trabajar de manera asociativa» para reforzar la posición de la UE como socio internacional

Para enfrentarse a las amenazas y los desafíos comunes, la UE desarrollará una verdadera política de asociaciones y se compromete a:

• reforzar la cooperación con socios estratégicos como la OTAN, las Naciones Unidas y los socios regionales, como la OSCE, la Unión Africana y la ASEAN;
• desarrollar asociaciones bilaterales más adaptadas con países con los que comparte valores y socios estratégicos, como los Estados Unidos, Canadá, Noruega, el Reino Unido y Japón, entre otros;
• desarrollar asociaciones a medida en los Balcanes Occidentales, la vecindad oriental y meridional, África, la región indopacífica y Latinoamérica, entre otras cosas mediante el refuerzo del diálogo y la cooperación, el fomento de la participación en misiones y operaciones de la PCSD y el apoyo al desarrollo de capacidades.

Este primer libro blanco europeo en materia de seguridad y defensa manda un mensaje claro: la UE adapta su política de defensa y seguridad para enfrentarse al regreso de la competición entre potencias estatales y la persistencia de las crisis en su vecindad y en todo el mundo allí donde su actuación contribuya a preservar sus intereses de seguridad.