Francia celebra el 75.o aniversario del Tratado del Atlántico Norte, firmado el 4 de abril de 1949

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Compuesta por 32 Estados miembros, de los cuales 23 forman parte de la Unión Europea, además de Estados Unidos y Canadá, que encarnan la dimensión transatlántica, la Organización del Tratado del Atlántico Norte contribuye a nuestra seguridad, complementando los esfuerzos realizados en la Unión Europea para asegurar la autonomía estratégica y una defensa europea fuerte y eficaz. Hoy, la alianza atlántica continúa siendo pertinente, creíble y necesaria.

¿Qué es la OTAN?

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue creada en 1949 por 12 Estados, incluida Francia. Es una alianza defensiva, que asegura la seguridad y la defensa del espacio euroatlántico desde hace 75 años.

Este principio está consagrado en el artículo 5 del Tratado de Washington, en el que se establece que «un ataque armado contra una o más [de las Partes] […] será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas» y cada una de ellas adoptará «las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte».

Más información sobre el papel de la OTAN

La OTAN, una alianza pertinente

La alianza atlántica es una alianza que hunde sus raíces en la historia y que ha sabido desarrollarse y adaptarse frente a las amenazas. Continúa siendo pertinente, puesto que las amenazas no han desaparecido y los desafíos por parte de actores estatales y no estatales son numerosos: el entorno estratégico inmediato europeo nunca ha sido tan volátil e imprevisible. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, en vulneración de las reglas, principios y valores más esenciales, amenaza la seguridad europea y atenta contra el orden internacional.

La OTAN, una alianza necesaria

La OTAN es una alianza político-militar basada en un principio de defensa colectiva, expresado en el artículo 5 de su tratado fundador, en un espíritu de solidaridad entre Aliados. Dicho artículo fue activado tras el atentado del 11 de septiembre de 2001 por Estados Unidos. En las proximidades de Europa, la amenaza del terrorismo continúa existiendo. La OTAN trabaja en el día a día para asegurar la defensa colectiva de la Alianza. Sus dos últimas cumbres, en 2022 en Madrid y en 2023 en Vilna, permitieron concretar decisiones significativas para reafirmar esta misión histórica, que constituye su principal actividad.

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La OTAN ha sabido renovarse y modernizarse, transformando sus instrumentos militares y civiles frente a la evolución de las amenazas. Los Aliados han trabajado, así, para reforzar la credibilidad y la ambición de nuestra posición de disuasión y de defensa, que se basa en la combinación de fuerzas nacionales y aliadas preposicionadas y una nueva Fuerza de Respuesta aliada, con un enfoque de 360 º. Se basa, asimismo, en el preposicionamiento de equipos y municiones y en el despliegue avanzado de capacidades clave. Los Aliados innovan e invierten en tecnologías punteras, y trabajan en estrecha colaboración con el sector privado por nuestra seguridad.

Francia, un aliado responsable y solidario

Francia, miembro fundador, ha influenciado y contribuido al desarrollo de la Alianza desde su fundación, gracias a la excelencia y la calidad de su fuerza militar. Hace 15 años, en 2009, Francia decidió la reincorporación al mando integrado de la OTAN, que se hizo efectiva en la cumbre de Estrasburgo-Kehl. Un francés, el general Lavigne, dirige hoy uno de los dos mandos estratégicos de la Alianza, el Mando Aliado de Transformación, que se encuentra en Estados Unidos.

El papel y la contribución de Francia a la defensa colectiva de la Alianza son claves. Como se reconoce desde la declaración de Ottawa (1974), las fuerzas nucleares estratégicas independientes de Francia, junto a las de Estados Unidos y el Reino Unido, contribuyen significativamente a la seguridad global de la Alianza. En la OTAN, Francia promueve un enfoque basado en la excelencia de sus fuerzas armadas y en su capacidad para expresar una voz independiente y para formular propuestas originales. Este año, además, alcanzará el umbral del 2 % del gasto total destinado a la defensa, objetivo que los Aliados han suscrito colectivamente. La ley de programación militar de 2024-2030, que contará con un presupuesto de 413 000 millones de euros, permite a las fuerzas armadas francesas continuar proyectando, en el día a día, su saber hacer y su experiencia en las estructuras y operaciones de la Alianza. Es el caso, en particular, del esfuerzo realizado para reforzar el flanco oriental de la Alianza, en el cual participan cerca de 2000 militares franceses: en Rumanía, Estonia, en la policía aérea en la región del Báltico, en la defensa del espacio aéreo de Polonia, Bulgaria, Rumanía y Croacia, y en el mar, con el grupo aeronaval en el Mediterráneo.

Finalmente, la OTAN es una alianza de valores entre Estados que se encuentran a ambos lados del Atlántico y Estados europeos, que, como consecuencia de las aspiraciones soberanas de aquellos que desean unirse, ha ido ampliándose. La OTAN, al contribuir a nuestra seguridad, permite también proteger libertades y derechos compartidos. La reciente adhesión de Suecia y Finlandia, que contribuye al refuerzo del pilar europeo de la Alianza, constituye una etapa histórica para nuestra seguridad y defensa colectiva.

La próxima cumbre de la Alianza se realizará en Washington en julio de 2024, en un momento clave para el continente europeo y para la relación transatlántica. En un contexto en el que tienen lugar diversos conflictos que estructurarán el mundo durante las próximas décadas, Francia trasladará una visión firme del papel de la OTAN y, en su propio seno, del papel de los europeos en el aseguramiento de la seguridad euroatlántica.