Salida de crisis: ¿cómo retoman sus actividades las misiones después de los conflictos?

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Salida de crisis: ¿cómo retoman sus actividades las misiones después de los conflictos? (9 de diciembre de 2016)

La evolución de los conflictos reconfigura continuamente el mapa de las actividades arqueológicas llevadas a cabo por Francia en el extranjero. La mejora de la situación política y de la seguridad, como por ejemplo en Camboya, hace veinte años, en Afganistán y en Pakistán, desde hace unos diez años, o, de forma más reciente, en el Kurdistán iraquí, permite que se retomen progresivamente las excavaciones.

Se conservan los vínculos y se vuelven a desarrollar.

Las relaciones mantenidas por los arqueólogos franceses con sus homólogos extranjeros no se detienen bruscamente cuando estalla un conflicto. Al contrario, aunque las actividades de campo deban suspenderse por un tiempo, se mantienen la actividad científica y el contacto con los arqueólogos del país mediante publicaciones conjuntas, la organización de jornadas de estudio, la formación de estudiantes y profesionales del patrimonio. Gracias a la continuidad de esta colaboración, se pueden retomar las actividades después de los conflictos.

Durante las crisis, el Ministerio francés de Asuntos Exteriores (MAEDI) trabaja para mantener esta colaboración, financiando o cofinanciando dichos programas de formación, impulsando actuaciones varias, de archivo, de digitalización y de modelización, pero también contribuyendo a exposiciones y coloquios con las instituciones socias. Tras los conflictos, el MAEDI desempeña un papel crucial apoyando iniciativas adaptadas a cada situación.

Así, en Camboya, el MAEDI trabajó a partir de 1991 para que se inscribiera Angkor en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y trabaja desde entonces con las autoridades camboyanas copresidiendo desde 1993 el Comité internacional de coordinación para la salvaguardia y el desarrollo del recinto.

En Afganistán se retomó el contacto mediante la museología cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas. Jean-François Jarrige, que era entonces Secretario General de la Comisión de Investigaciones Arqueológicas y Director del museo Guimet, viajó a Afganistán, comisionado por el MAEDI, para contribuir a restaurar el museo nacional de Afganistán en Kabul, lo que permitió su reapertura en 2004. Aquella colaboración abrió posteriormente el camino para que se retomaran las actividades arqueológicas de campo.

Esta colaboración estrecha y continua entre los distintos actores, institucionales y científicos, permite que se vuelvan a excavar y estudiar yacimientos que han estado mucho tiempo amenazados o cerrados.

Estabilizar en el tiempo la rehabilitación de los yacimientos y consolidar la historia de los pueblos

Desde la localización y la evaluación de los daños, pasando por la excavación y la rehabilitación, los equipos franceses presentes sobre el terreno contribuyen a la protección material de los yacimientos. Este trabajo de rehabilitación se basa también en una colaboración estrecha entre el MAEDI y las organizaciones internacionales, como la Unesco o el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios: inscripción en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, envío de expertos sobre el terreno, etc.
La rehabilitación después de los conflictos es esencial, ya que garantiza que se mantiene en el tiempo la memoria colectiva, a escala regional e internacional. Frente a los numerosos retos, la arqueología contribuye a distintos niveles a una dinámica de (re)construcción de la identidad. A este respecto, los arqueólogos franceses contribuyen a sensibilizar al público local y al gran público: creación de museos en los yacimientos, libros y actividades pedagógicas para los niños, reapropriación a través del arte (dibujo, fotografía, arte callejero).